En su última visita a México, el bajista de la banda de origen colombiano Morat, Simón Vargas, fue “bateado”, como dirían en el país azteca, al intentar ingresar a una discoteca del exclusivo sector de Lomas de Sotelo.
Así lo habría denunciado su cuñada, Cons Arroyuelo, a través de la plataforma de entretenimiento china Tiktok en un video que está a punto de superar las tres millones de visualizaciones y los 350.000 me gustas.
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“No dejaron pasar a mi cuñado a un antro porque ‘no daba con el perfil’ y todo esto se remonta al viernes (17 de mayo) que mi novio rentó un antro (discoteca) para hacer su fiesta de cumpleaños y, después de un par de hora de estar ahí, me escribió mi hermana ya estando ahí (para decirme) que no los dejaban pasar y al salir, me enteré de que el pedo (problema) era la playera (camiseta) de mi cuñado”.
La prenda en cuestión era un buso de tejido con transparencias, que el también cantante decidió acompañar con unos jeans de corte ancho y un cinturón de cuero, siendo fiel a su estilo.
“Me dijeron que no cumplía con el código de vestimenta, pero, como se lee en el dress code que está colgado en la entrada, no dice absolutamente del tipo de playeras” que deben usarse para poder entrar.
El dress code del lugar establece que los asistentes no podrán entrar en caso de llevar sandalias, botas, jeans con rotos, prendas deportivas, shorts, sombreros y gorras. Pero, jamás establece el tipo de camisa que deben llevar los hombres para tener acceso.
“Salió mi novio, salió el gerente del lugar y le preguntamos qué estaba pasando a lo que él respondió: siendo este un establecimiento privado me puedo reservar el derecho de admisión. Pero ilógico que ese derecho se mantenga cuando te retan el establecimiento para un evento privado ¿cómo vas a hacer un cumpleaños y no dejar a la familia del cumpleañero”.
Así que, para evitar un enfrentamiento que pudiera arruinar la noche para el cumpleañero y sus invitados, acordaron que Simón se cambiaría la camiseta, aprovechando que venía del aeropuerto y en el carro tenía su maleta con otras prendas.
“Fueron al estacionamiento, se puso una camisa de botones”, regresaron y al ubicarse en la entrada “se abrieron las puertas del elevador y vi como el cadenero, que parecía estar teniendo el peor día de su vida, empezó a decir: no, no, no, mientras se ponía las manos en la cabeza. Entonces le pregunté cuál era el problema y me dijo que no era la camisa, sino que (Simón) no daba el perfil para entrar”, detalló, sin salir de su asombro.
Entonces, “le pregunté cómo tenía que verse para entrar y” sin pelos en la lengua “me respondió que más fresa. Es decir, eran abiertamente clasistas” y, para colmo, mientras estaban buscando un nuevo establecimiento para continuar la fiesta, colocaron una de las canciones de su banda, como si se tratara de una broma de mal gusto.
Incrédulo y entre risas, Simón miró a la cámara en la que rodaban un video denuncia que grabaron a las afueras del bar y comentó: “No puedo creerlo, me parce un puto insulto”, mientras los “cadeneros” o guardias bloqueaban el ingreso por el asesor.
Al final de la pieza, Cons Arroyuelo no dudó en revelar el nombre del bar: Barbara Club House y extender una invitación clara: “ténganlo en cuenta” para evitar que otras personas pasen un mal rato en sus celebraciones al visitar el bar que, lejos de realizar algún pronunciamiento, decidió restringir los comentarios en sus redes sociales.