Manicurista murió al ingerir insecticida mientras tomaba alcohol con sus amigas

Las primeras versiones de la muerte de la mujer de 31 años indicarían que no fue producto de un accidente sino de un suicidio

Mientras estaba de celebración con sus amigas la manicurista de 31 años bebió un insecticida que terminó por quitarle la vida - Freepik

En La Jagua de Ibirico, departamento de Cesar, no sale del asombro tras la trágica muerte de Gloria Elena Rosado Morales, una carismática manicurista de 31 años, originaria de Chimichagua. En un fatídico episodio ocurrido el sábado 18 de mayo, Gloria Elena ingirió insecticida en lo que, al parecer, fue un intento desesperado de quitarse la vida.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

El dramático suceso tuvo lugar mientras Gloria compartía con sus amigas, consumiendo alcohol. Al percatarse de su estado, sus amigas actuaron rápidamente, llevándola al Hospital Jorge Isaac Rincón Torres, donde le realizaron un lavado de emergencia para contrarrestar el veneno. Desafortunadamente, debido a la gravedad de su situación, fue necesario trasladarla a la Clínica Sermultisalud en Codazzi el mismo sábado a las 6 de la tarde.

Pese a que la mujer fue llevada a un centro médico para que le practicaran un lavado gástrico perdió la vida - crédito Freepik

Pese a los esfuerzos incansables del personal médico, la condición de Gloria Elena se deterioró irremediablemente. La manicurista, madre de un hijo, falleció tristemente el domingo 19 de mayo a las 3 de la tarde, víctima de la intoxicación por el veneno ingerido.

Esta desgarradora pérdida ha dejado una profunda huella en la comunidad, mientras las autoridades inician una investigación para esclarecer los motivos que llevaron a Gloria Elena Rosado Morales a tomar tan trágica decisión.

Implicaciones de consumir insecticidas - crédito Infobae

La ingesta de insecticida tiene graves implicaciones para la salud y puede resultar fatal. Entre las principales consecuencias se encuentra la toxicidad aguda, que puede causar vómitos, diarrea, dolor abdominal, dificultad para respirar, sudoración excesiva, salivación, convulsiones y pérdida del conocimiento.

Además, los componentes tóxicos pueden dañar múltiples órganos, incluidos los riñones, el hígado, el corazón y el sistema nervioso central. Esto puede llevar a insuficiencia renal o hepática, arritmias cardíacas y edema pulmonar. Los insecticidas también pueden causar trastornos neurológicos como convulsiones, neuropatía periférica, desorientación y, en casos extremos, coma.

Las complicaciones respiratorias son comunes, y la dificultad para respirar o el edema pulmonar pueden requerir asistencia médica urgente. Este tipo de intoxicación también suele ser un indicio de problemas de salud mental, como depresión o intentos de suicidio, lo que requiere intervención psicológica y psiquiátrica. El tratamiento inmediato es crucial para minimizar los efectos tóxicos, e incluye procedimientos como el lavado gástrico, la administración de carbón activado y fluidos intravenosos, así como medicamentos específicos.

Qué puedo hacer en caso de presentar conductas suicidas - crédito Ilustración Infobae

Para una persona con conductas o intenciones suicidas, es crucial buscar ayuda profesional de inmediato. Acudir a psicólogos o psiquiatras puede proporcionar terapia y, en caso necesario, medicación para tratar cualquier trastorno subyacente.

Hablar con alguien de confianza es vital. Compartir estos sentimientos con amigos, familiares o personas cercanas puede brindar apoyo emocional y hacer que la persona no se sienta sola en estos momentos difíciles.

Contactar líneas de emergencia es una medida esencial. En Colombia, la Línea Nacional de Prevención del Suicidio (123) y otros servicios locales ofrecen asistencia inmediata para quienes se encuentran en crisis.

Evitar el aislamiento y participar en actividades sociales o grupos de apoyo puede ayudar. Conectar con otros que han pasado por situaciones similares puede proporcionar una red de apoyo y comprensión, facilitando el proceso de recuperación.

Eliminar el acceso a medios letales es una medida preventiva importante. Retirar objetos peligrosos del entorno puede reducir el riesgo de intentar un acto impulsivo.

Elaborar un plan de seguridad con la ayuda de un terapeuta puede ser vital. Este plan debe incluir estrategias para manejar momentos de crisis, números de contacto de emergencia y lugares seguros donde acudir.

Practicar el autocuidado a través del ejercicio regular, la meditación, una dieta balanceada y el buen descanso puede mejorar el estado de ánimo y reducir los pensamientos negativos.

Finalmente, informarse sobre la salud mental y las estrategias de afrontamiento puede empoderar a la persona y proporcionarle herramientas útiles para manejar sus pensamientos y sentimientos. Es importante recordar que todos los sentimientos son temporales y que la ayuda está disponible. Buscar ayuda es un acto de valentía y esperanza.