El concejo de Medellín se encuentra inmerso en un intenso debate respecto a la identidad de los administradores de la cuenta en X (antes Twitter) conocida como “Zurdos de corazón”. El perfil, que cuenta con más de 13.000 seguidores, generó polémica debido a sus publicaciones críticas hacia varios concejales y su aparente vinculación con seguidores del presidente Gustavo Petro.
El origen de la controversia tiene sus raíces en una entrevista concedida a Caracol Radio por Juliana Hernández Restrepo, excontratista del gobierno de Daniel Quintero. Hernández reveló que, aunque nunca administró la cuenta, conocía que su creadora era Andrea Vahos, la novia del concejal Juan Carlos Upegui.
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“Solté todos los lazos que tenía con Independientes y les generó molestia, de que quizás yo vaya a contar cosas que ellos creerán que yo voy a contar o atacarlos en redes sociales o manifestar de alguna manera mi molestia”, declaró Hernández, añadiendo que ha recibido intimidaciones tras sus declaraciones.
Junto a otro miembro de su familia, los hermanos Vahos han estado envueltos recientemente en una polémica debido a que se beneficiaron de una serie de contratos durante el gobierno anterior. Estas presuntas irregularidades llevaron a la Procuraduría General de la Nación a abrir una investigación al respecto.
Aunque Hernández no detalló cómo se financiarían estas operaciones ni mencionó si, además de los hermanos Vahos, habría más personas involucradas en su administración, el caso reavivó el debate sobre la existencia de estas plataformas, ahora vistas como el escenario principal de la guerra sucia y la propagación de noticias falsas.
El perfil “Zurdos de corazón” se autodefine como un “movimiento ciudadano por la justicia social, control político y veeduría ciudadana”, compartiendo tanto reposts de figuras afines al gobierno como denuncias y cuestionamientos dirigidos a políticos regionales. Estas acciones generaron malestar entre algunos concejales, quienes han sido objeto de críticas directas desde esta plataforma.
La cuenta tuvo origen, al menos, en marzo de 2022, coincidiendo con el inicio de la campaña presidencial en Medellín. Desde ese año, cuando el exalcalde Daniel Quintero fue suspendido por su presunta participación en política y surgieron múltiples denuncias sobre el posible uso de recursos públicos para favorecer al entonces candidato Petro, esta cuenta empezó a publicar contenidos afines al hoy mandatario nacional y a difundir historias en contra de todos los políticos fuera del círculo de Quintero.
La polémica se trasladó rápidamente al Concejo de Medellín, donde varios cabildantes tomaron la palabra para expresar su descontento y exigir respuestas. Entre ellos, Alejandro de Bedout del movimiento Creemos, quien cuestionó a Upegui de manera frontal: “Es muy claro, que es usted, su equipo, su novia, su gente cercana, con los que nos perfilaron durante cuatro meses, ¿esa es la forma de hacer política?, ¿esa es la forma de hacer oposición? Nosotros merecemos respeto”.
Otros concejales, como Santiago Perdomo, también de Creemos, señalaron que el perfil funciona con el fin de “tirar la piedra y esconder la mano. Hubo un acuerdo clandestino para manipular a la opinión pública y para crear unas narrativas con cálculos políticos (...) para hacer difamaciones, para difundir falsedades, perseguir opositores, estigmatizar personas que pensaban diferente”.
Ante la avalancha de acusaciones, Juan Carlos Upegui respondió asegurando no recurrir a la difamación como estrategia política y señaló la necesidad de que las denuncias sean verificadas por la justicia.
“Cuando vemos lo que está pasando en Medellín, yo no voy a estar en el punto donde la discusión se convierta en una serie de acusaciones, sin pruebas, sin evidencia, con ataques personales, a mi familia, permanente ha sido así”, respondió.
Por su parte, Andrea Vahos, señalada como la creadora del polémico perfil, no se ha pronunciado hasta el momento. El caso sigue siendo un tema de discusión relevante en el Concejo de Medellín y en la esfera pública, elevando la tensión política en la ciudad.