Hasta una calle concurrida del municipio de Chiquinquirá, Boyacá, llegó un grupo de investigadores de la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR) para tomar posesión de doce escorpiones silvestres cuyo veneno sería utilizado para crear potenciadores sexuales caseros.
Los animales de la especie Opistacanthus elatus fueron sustraídos de su hábitat natural por un comerciante que pretendía vender potenciadores caseros en una concurrida calle de Chiquinquirá.
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Sin embargo, sus planes fueron frustrados con el “operativo adelantado por el Grupo Policía Ambiental y Recursos Naturales, en el sector céntrico de la capital religiosa de Colombia”.
Su veneno sería utilizado para “promover potenciadores sexuales de elaboración casera”, que, incluso, podrían haber resultado perjudiciales de ser puestos a la venta.
Pero, por suerte, serán reubicados, con todo y que “el individuo responsable de mantener a estos animales manifestó no tener conocimiento de la ilegalidad de su posesión (...) la CAR enfatiza que cada especie pertenece a su hábitat natural y no debe ser utilizada con fines comerciales o domésticos”, precisó la entidad a través de un comunicado compartido en sus redes sociales.
Potencializadores sexuales generaron una alarma en el Invima: su presión arterial podría estar en riesgo
El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) emitió en el 2023 una alerta sanitaria sobre los riesgos asociados con la comercialización de productos promocionados como potenciadores sexuales en el país. La entidad informó que ocho de estos productos se estaban vendiendo sin un registro sanitario vigente, lo cual pone en peligro la salud de quienes los consumen.
Estos productos son Platinum 10K, Infinity, Infinity 10K, Honey Girl, Hard Steel 300K, Dynamite Male Sexual Enhancement, Diamond Girl Lite y Mega 9K 800000. Según el Invima, los potenciadores estaban siendo promocionados en diversas páginas web con promesas de mejorar el rendimiento sexual, lo que generó una inmesa preocupación.
Un análisis de laboratorio realizado por la Agencia Regulatoria de Estados Unidos (FDA) reveló que estos productos contienen sildenafil, tadalafil y vardenafil, principios activos comúnmente recetados a pacientes con disfunción eréctil. El problema principal es que dichos ingredientes no figuran en la lista de componentes, lo que invisibiliza el riesgo de interacciones peligrosas con otros medicamentos y afecta la salud de sus consumidores.
La advertencia del Invima apunta a que el consumo de estos potenciadores sexuales sin el conocimiento de los principios activos puede ser especialmente peligroso para pacientes con diabetes, afecciones cardíacas, colesterol alto o hipertensión, que al ser tratados con medicamentos que incluyen nitratos, podrían sufrir reacciones adversas graves al combinarse estos con los principios activos no declarados.
De ahí la advertencia del Invima sobre la administración inapropiada de estos ingredientes, pues podría provocar cefalea, enrojecimiento, mareos, dispepsia, congestión nasal y trastornos visuales. La ausencia de un registro sanitario implica que estos productos no cumplen o cumplían con los criterios de calidad, seguridad y eficacia que garantizan procedencias autorizadas. Por este motivo, la entidad sanitaria hizo un llamado a evitar su compra y consumo.
Además, el Invima destacó la falta de información sobre la cadena productiva de estos productos. Se desconoce su trazabilidad, las condiciones de almacenamiento y los medios de distribución; lo que genera una incertidumbre a+un mayor sobre su seguridad. “Sin un registro sanitario, no podemos garantizar la calidad de estos productos,”, señala la entidad.
Esta no es la primera vez que el Invima realiza un llamado de atención a quienes compran y comercializan este tipo de productos. La entidad ha advertido repetidamente sobre los riesgos de consumir potenciadores sexuales no autorizados, resaltando las falsas expectativas que generan sobre su verdadera naturaleza, origen, composición y calidad.
Para proteger a los consumidores, el Invima recomienda verificar el número de registro de cualquier producto a través de su página web oficial. Este paso es crucial para asegurarse de que los productos han sido evaluados y cumplen con los estándares necesarios para su consumo seguro. Las consecuencias de consumir estos productos no regulados pueden ser severas.