Colombiano recorrió el “barrio zombi” del fentanilo en Estados Unidos: “Tuve miedo”

Juan Díaz visitó Filadelfia para exponer cómo es la zona en la que los consumidores del opioide adquieren la droga

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Planeta Juan visitó Kensington, uno de los barrios más afectados por el fentanilo en Estados Unidos - crédito PlanetaJuan/Getty
Planeta Juan visitó Kensington, uno de los barrios más afectados por el fentanilo en Estados Unidos - crédito PlanetaJuan/Getty

Los youtubers de viajes se han convertido en una herramienta para que los usuarios conozcan un poco la realidad que se registre en varias partes del mundo, siendo el colombiano Juan Díaz, más conocido como Planeta Juan, uno de los más reconocidos en los últimos años.

El bogotano, que se radicó en Canadá, ha logrado sumar más de dos millones de suscriptores en YouTube, siendo uno de los picos más altos de aumento su visita a Ucrania durante el auge del conflicto con Rusia, momento que aprovechó para mostrar su percepción de la guerra.

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En las últimas horas, Díaz nuevamente se hizo viral por visitar un espacio que es considerado peligroso, pero esta vez con la intención de entender la crisis que el fentanilo ha generado en Estados Unidos, por lo que estuvo en el barrio Kensington, en Filadelfia, que en los últimos meses ha sido llamado el “barrio zombi”.

El colombiano se acercó hasta la biblioteca principal de Filadelfia, explicó el auge económico que tuvo esta ciudad, lo que lo hizo popular en la llegada de la heroína a Norteamérica y que nuevamente tiene en vilo a las autoridades con el fentanilo.

Cabe recordar que el fentanilo es un fármaco sintético aprobado para usarse como analgésico y anestésico, pero que se ha convertido en una de las drogas más adictivas, esto se debe a que es 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína.

El colombiano afirmó que es una de las veces que más ha sentido temor durante la grabación de un video - crédito PlanetaJuan
El colombiano afirmó que es una de las veces que más ha sentido temor durante la grabación de un video - crédito PlanetaJuan

El colombiano se acercó a varios adictos que permanecen en Kensington, estos afirmaron que es un espacio en el que es más sencillo conseguir el opioide, sumado a esto, que se ha convertido en un lugar en el que las autoridades realizan pocos controles.

En los parques y aceras, Díaz evidenció una gran cantidad de consumidores, de los cuales resaltó el relato de Andrew, que siendo oriundo de Nueva York, afirmó que no creía estar vivo en los próximos cinco años y que era consiente de la adicción que tenía, pero no ha logrado salir del mundo al que ingresó a los 18 años.

“Honestamente, no lo sé, tal vez muerto”, respondió Andrew sobre su futuro, mientras que al ser cuestionado por el dinero que gastaba en fentanilo, el norteamericano respondió: “hago lo que tenga que hacer”.

Un consumidor le mostró al colombiano las consecuencias de ser adicto al fentanilo - crédito PlanetaJuan
Un consumidor le mostró al colombiano las consecuencias de ser adicto al fentanilo - crédito PlanetaJuan

Más adelante, Díaz encontró a una pareja en un parque, ambos afirmaron ser consumidores y aseguraron que se arrepentían de haber probado en su momento la droga; de la misma forma, indicaron que han buscado rehabilitarse, pero su adicción no ha parado.

Uno de los momentos más tensos para el colombiano se registró cuando uno de los entrevistados mostró sus brazos y le indicó que a veces se le formaban heridas que eran producto del consumo constante de fentanilo y que desde hace varios años ya no podía abrir o cerrar por completo sus manos de tanto inyectarse.

“Lo más curioso es que hay familias, que pasan por el lado de personas que acaban de inyectarse”, afirmó el colombiano sobre Kensington.

Intentando ingresar al sector en el que venden droga de la zona, una mujer increpó al colombiano y le indicó que no podía grabar más y aunque Díaz se retiró varios metros, las acusaciones en su contra continuaron hasta que decidió retirarse del barrio para evitar ser agredido por los expendedores.

“En cada esquina se ve gente con una chaqueta puesta para inyectarse… Nos acercamos a unos oficiales de seguridad y con su expresión me dieron a entender de que estaba solo en esto. La señora tenía una misión muy clara, no dejarme grabar el barrio”, puntualizó Díaz sobre la presencia de las autoridades en Kensington.

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