La tranquila tarde en el barrio Caracoles, de Sabanagrande, departamento del Atlántico, se vio interrumpida por un acto de violencia. En medio de un arrebato de celos, una mujer de 34 años atacó a una adolescente de 17 años, causándole una profunda herida en la ceja derecha con un mordisco.
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El incidente tuvo lugar en plena vía pública donde la joven jugaba cartas con sus vecinos y amigos. Entre ellos, se encontraba la pareja sentimental de la agresora, lo que desató su furia. En un acto de violencia desmedida, la mujer no solo golpeó a la adolescente, sino que la mordió con sus propios dientes.
Vecinos horrorizados contemplaron la escena, y la intervención oportuna de la Policía Nacional permitió la captura inmediata de la atacante. La agresora ahora enfrenta cargos por lesiones personales y espera que un juez de control de garantías defina su situación jurídica.
La víctima, aún en estado de shock, fue trasladada a un centro de salud del municipio donde recibe atención médica.
Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para que denuncie cualquier actividad ilícita a través de la línea de emergencia 123, mientras continúan desplegando operativos para garantizar la seguridad y convivencia pacífica. Este episodio demuestra la necesidad de mantener la vigilancia y la denuncia activa frente a cualquier acto de violencia.
Tipos de delitos y castigos:
Las lesiones personales contempladas en el Artículo 111 y siguientes del Código Penal colombiano sancionan el daño a la integridad física o la salud de una persona con penas que oscilan entre 16 y 54 meses de prisión. Cuando las lesiones personales agravadas generan incapacidad para trabajar por más de 30 días, causan una perturbación funcional permanente, deformidad física o ponen en peligro la vida, las penas se incrementan, variando entre 32 y 90 meses de prisión.
Para lesiones con incapacidad inferior a 30 días, que son consideradas menores, la prisión puede durar entre 1 y 2 años, con la posibilidad de que se substituyan por multas. Circunstancias agravantes como el uso de armas, actuar con ventaja, alevosía, o cometer agresiones por motivos discriminatorios (raza, género, orientación sexual), pueden aumentar las penas establecidas.
En ciertos casos, sobre todo cuando las lesiones son menores, existe la conciliación mediada por la Fiscalía o un juez. Esta conciliación puede resultar en un acuerdo de indemnización o medidas restaurativas en lugar de una pena carcelaria.
El proceso judicial en Colombia para casos de agresiones o lesiones personales inicia con la imputación de cargos. La Fiscalía imputa cargos al agresor y lo cita a una audiencia preliminar donde un juez de control de garantías evalúa las pruebas presentadas. Dependiendo de la gravedad del caso, el juez puede imponer medidas cautelares como prisión preventiva, arresto domiciliario o prohibición de acercarse a la víctima para asegurar el cumplimiento del proceso judicial y la protección de la víctima.
Si el caso avanza, se desarrolla un juicio en el que se presentan pruebas y se escuchan testimonios. Al finalizar el juicio, el juez dicta una sentencia basada en los hechos comprobados. En ciertos casos, pueden imponerse medidas adicionales como programas de rehabilitación o trabajos comunitarios, además de multas económicas que acompañan las penas privativas de la libertad.
La configuración del delito y las penas específicas están influenciadas por factores como las circunstancias de la agresión, los antecedentes del agresor y la gravedad de las lesiones causadas. Es crucial que la víctima denuncie y aporte todas las pruebas necesarias para facilitar la labor de justicia. Estos procesos buscan proteger a las víctimas, asegurar que los agresores enfrenten las consecuencias legales de sus acciones y fortalecer el orden y la justicia en la sociedad.