La Policía Metropolitana de Bogotá hizo presencia en la calle 140 con carrera Décima, en el barrio Cedritos, en la localidad de Usaquén, ubicado en el norte de Bogotá.
La sospecha estaba relacionada con un paquete extraño que fue dejado en el interior de un contenedor de basura en ese sector. Inmediatamente, la comunidad avisó a las autoridades. La Policía llegó al lugar de los hechos y, tras activar el protocolo, confirmaron que no era un artefacto explosivo.
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Alrededor de una hora después de que se encendiera la alerta, y una vez realizadas las labores correspondientes, se descartaron explosivos del paquete. La Policía Metropolitana de Bogotá informó que el contenido era un objeto que se utiliza como seguro de una motocicleta para evitar robos.
“Es un candado de motos, que le colocan a los discos para evitar el movimiento de la rueda (...) el personal antiexplosivos nos indica que eventualmente tienen ese sonido de alarma”, indicó uno de los policías a cargo del asunto.
Y es que fue justamente el ruido extraño lo que generó tensión entre los transeúntes. “Estaba metido dentro de una bolsa y lo botaron a la caneca”, detalló el uniformado.
Por su parte, la Alcaldía de Bogotá recordó a la ciudadanía que ante cualquier movimiento sospechoso o elementos que puedan comprometer la seguridad, no duden en comunicarse a la línea de emergencia 123.
Hace dos meses hubo otra alerta por posible explosivo en el norte de Bogotá
En la mañana del viernes 1° de marzo, sobre las 10:00 a. m., se reportó un paquete extraño en el norte de Bogotá, lo que provocó que policías llegaran al lugar para verificar las condiciones de seguridad de la zona. Cuatro camionetas y una unidad antiexplosivos llegaron al barrio Chicó, en el norte de Bogotá.
El incidente ocurrió en la calle 96, donde se implementaron restricciones tanto para el tráfico vehicular como peatonal. Las autoridades indicaron que la movilidad se reanudaría una vez se verificara la seguridad de la zona.
En diálogo con Infobae Colombia, el comandante de la estación de Policía de Chapinero, mayor Diego Naranjo, explicó que una unidad canina y varios uniformados antiexplosivos se encargaron de la operación. “Directamente nos reportan desde la Línea 123 una maleta abandonada en la 94 con NQS. La patrulla llega a verificar y el protocolo que se tiene es acordonar el sitio y llamar a las unidades de Antiexplosivos, guías caninas y explosivos de Sijín”, detalló el mayor Naranjo.
El procedimiento incluyó el uso de una contracarga, una medida de seguridad para neutralizar cualquier posible explosivo. Tras detonar la carga controlada, las autoridades informaron que el paquete sospechoso no representaba ningún riesgo para la ciudadanía.
El perro no indicó que en el punto hay explosivos. Siguió la Sijín, utilizando su protocolo, hicieron su contracarga y la maleta no tenía nada en su interior: se trataba de una maleta abandonada, como confirmó el mayor Naranjo.
En febrero, una maleta tirada en plena vía también despertó alerta por posible material explosivo
Otro incidente similar ocurrió el 2 de febrero de 2024. La Policía Metropolitana de Bogotá desplegó operativos de seguridad en la avenida Boyacá con calle 142A, frente al centro comercial Parque La Colina, tras recibir reportes sobre una maleta abandonada que levantó sospechas entre los ciudadanos y las autoridades locales.
El procedimiento incluyó la intervención de un equipo de guías caninos, quienes realizaron una exhaustiva inspección del objeto. Finalmente, se determinó que la maleta no representaba ninguna amenaza, ya que contenía únicamente libros y cuadernos.
Durante el operativo, se estableció un cierre temporal del tráfico en un segmento de la avenida Boyacá, afectando específicamente el tramo desde la calle 142 hasta la calle 160.
Las autoridades hicieron un llamado a la calma y a la colaboración ciudadana durante el procedimiento, agradeciendo a la comunidad por su paciencia y comprensión durante la interrupción.