Andrés Felipe Marín Silva, conocido como alias Pipe Tuluá, jefe de la banda criminal La Inmaculada, dirigió un comunicado al embajador de Estados Unidos en Colombia, Francisco Palmieri, acusando a las autoridades colombianas de orquestar un complot en su contra. La misiva fechada el 12 de mayo, revelada por La W, crítica a las autoridades señalando que estas lo vinculan injustamente con el narcotráfico.
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Según La W, la carta menciona que Marín Silva se encuentra privado de la libertad hace ocho años y cuatro meses, cumpliendo una condena de treinta años por los delitos de homicidio, secuestro y extorsión. “Hasta ahora solo he recibido negativas y constantes cambios de establecimientos carcelarios”, advirtió el líder criminal, que denuncia que sus reclamos de inclusión en las negociaciones de paz han sido desoídos por el Estado colombiano.
En su carta a Palmieri, Pipe Tuluá expresó su preocupación sobre la información difundida en los medios de comunicación, donde se le vincula con la ‘Alianza’, una organización criminal relacionada con el tráfico de drogas. Según Marín Silva, en un informe de la Policía Nacional publicado en febrero en el diario El Tiempo, se le acusó de establecer vínculos con esta asociación criminal. “Quiero enfatizar que mi historial delictivo siempre se ha limitado a homicidios y extorsión, sin ningún tipo de relación con el narcotráfico”, aseguró Pipe Tuluá en su carta.
En la carta, Pipe Tuluá señaló que los operativos adelantados por la Policía Nacional son un “complot en mi contra con narcotraficantes para que me señalen como parte de sus organizaciones”, con el fin de que sea investigado por el Gobierno de Estados Unidos y eventualmente extraditado. Su preocupación incluye la posibilidad de que el embajador Palmieri ya cuente con algún tipo de investigación en su contra iniciada por las autoridades estadounidenses. Marín Silva solicitó ser informado al respecto, y agregó: “En caso afirmativo, manifiesto mi total disposición para comparecer ante las autoridades correspondientes y aclarar cualquier acusación que curse en mi contra”.
La carta expone el interes de Marín Silva para ser incluido en las negociaciones de paz, resaltando que ha mostrado disposición para acogerse al proceso y colaborar con la justicia colombiana. Contrario a sus expectativas, asegura haber recibido negativas y ser sometido a constantes traslados carcelarios, lo cual él interpreta como una estrategia para dificultar su participación en el proceso de paz.
Destacando la gravedad de la situación, Pipe Tuluá solicitó a Palmieri que intervenga para clarificar su situación legal, tanto en Colombia como en Estados Unidos. La denuncia presentada remarca la importancia de la transparencia y justicia en el manejo de su caso, advirtiendo sobre las posibles consecuencias en caso de encontrarse irregularidades y su impacto en las negociaciones de paz en Colombia.
Palabras más, palabras menos, alias ‘Pipe Tuluá’ insiste en que las acusaciones de la Policía Nacional tienen el propósito de fabricar un vínculo irreal con el narcotráfico. Afirma que su historial criminal no incluye actividades relacionadas con el narcotráfico, y que estos señalamientos son parte de una estrategia para que Estados Unidos inicie una investigación en su contra, lo cual podría llevar a su extradición.
Con esta misiva, Andrés Felipe Marín Silva busca no solo aclarar su situación, sino también instar a una revisión exhaustiva y justa de las acusaciones que pesan en su contra, con el fin de proteger sus derechos y garantizar un procedimiento transparente.
Marín cierra con un llamado a que se respete su disposición a colaborar con la justicia y su voluntad de participar en el proceso de paz, esperando que la intervención de Francisco Palmieri pueda arrojar luz sobre su situación y que, de existir una investigación por parte del Gobierno estadounidense, tenga la oportunidad de defenderse y aclarar cualquier acusación.