A plena luz del día, en una de las céntricas avenidas de Bogotá, como la carrera 30 y cuando registraba delicadas amenazas de muerte en su contra, el coronel (r) Élmer Fernández, director de la cárcel La Modelo, fue asesinado el jueves 16 de mayo, en represalia por las medidas que había tomado el funcionario para recuperar el control del establecimiento penitenciario ubicado en la capital de la República.
El crimen, perpetrado por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta, fue cometido sin que hubiera mayor resistencia, pues el vehículo en el que se movilizaba Hernández, uno marca Mazda de color gris, no contaba con blindaje que garantizara su transporte seguro. Y lo peor: el exuniformado no contaba con esquema de seguridad que pudiera repeler algún ataque, por parte de sus enemigos.
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Así lo confirmó Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP), que se refirió a este panorama, en el que, en su concepto, el Gobierno nacional no le brindó protección al funcionario. Robayo, que había replicado los amedrentamientos que había sufrido Fernández, lamentó que “entre mejor labor se hace el trabajo, más víctimas son asesinadas”.
“Él no tenía esquema de protección”
En diálogo con diferentes medios de comunicación, Robayo indicó que el director Fernández no tenía esquema de protección y apuntó hacia el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez, que según él se ha encargado de retirarle los equipos de seguridad a dirigentes sindicales y a funcionarios los esquemas de protección para preservar su integridad.
“Él no tenía esquema de protección. La UNP, el doctor Rodríguez y sus analistas se han encargado de quitarle a directivos y funcionarios los esquemas. Él venía amenazado desde Guaduas (Cundinamarca), la semana pasada hubo unas amenazas. Y no es competencia del Inpec dar este tipo de seguridad”, afirmó Robayo en diálogo a Red Mas, al indicar que el vehículo era manejado por un guardián.
Los asesinos de Fernández tenían conocimiento de esta situación, pues los impactos de bala se registraron por la puerta delantera derecha, en la que el director de La Modelo iba como copiloto. A las 4:05 p. m. había salido del centro penitenciario rumbo a su residencia, junto con el subdirector de la cárcel, cuando los impactos dieron en su cráneo y le ocasionaron la muerte de forma instantánea.
Por su parte, el director del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec), coronel Daniel Gutiérrez, se refirió a las constantes amenazas que han recibido por los actores delicuenciales que, desde los penales, siguen registrándose en contra de sus miembros. De acuerdo con Gutiérrez, van más de 550 amenazas de muerte en los últimos dos años; no obstante, este es el hecho más grave que ha ocurrido en el actual Gobierno.
UNP confirmó que no brindaba seguridad al director de la cárcel La Modelo
Al respecto, la Unidad Nacional de Protección (UNP), a través de sus redes sociales, reconoció que Fernández no tenía de parte de la entidad un cuerpo de seguridad, pues indicó que no era parte de su competencia, sino del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec).
“La UNP confirma que la protección del coronel estaba bajo la tutela del Inpec. El director de la Modelo asesinado no tenía solicitud ni trámite de medidas en la UNP, pero él le había hecho saber a Fiscalía sobre amenazas en su contra y su familia”, indicó el organismo, ante los evidentes reclamos que pedían un pronunciamiento de la entidad sobre las razones por las cuales el funcionario no tenía seguridad.
En cuanto a las amenazas que había sufrido el asesinado director de La Modelo, se destacan dos mensajes que fueron publicados en especie de panfletos que se vieron en el establecimiento carcelario, y que daban cuenta de los “callos” que estaba pisando el funcionario con sus decisiones en la administración del lugar de reclusión.
“Para que vea que yo sí tengo poder y si me trasladan le mato la familia. 09/05/2024″, se leyó en uno de estos mensajes, en los que se ponía de manifiesto que atentarían contra la vida del exuniformado. “De parte de Pedro Pluma para el director: que si me vuelve a meter de requisa para el patio le mato la familia”, se agregó en otro, por parte del que sería su determinador, recluido en el patio 4 de la cárcel.