La Gorda Fabiola ha estado por más de 30 años frente a las pantallas de los colombianos, haciendo reír con sus chistes o rutinas, los cuales ha compartido en Sábados felices. Sin embargo, más allá de su trabajo, se ha hecho famosa por algunos aspectos que tienen que ver directamente con su vida personal.
Por ejemplo, su matrimonio con Nelson Polanía, Polilla, ha dado de qué hablar por conformar una pareja estable y duradera. De hecho, llevan más de 20 años juntos y nunca han protagonizado escándalos a pesar de su condición de figuras públicas, además de siempre mostrarse muy dispuestos a apoyarse cuando lo han necesitado.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
No obstante, no todo ha sido color de rosa para ellos. La vida de la humorista ha estado en peligro más de una vez por cuenta de sus problemas de su salud, pero su compañero sentimental ha estado al pie de la camilla de los hospitales en cada ocasión.
Por otro lado, aunque han sido un modelo de fidelidad mutua, recientemente la oriunda de Santa Marta contó que, aunque no le enorgullece, en algún momento tuvo que mandar a que sus escoltas siguieran a su marido porque tenía fuertes sospechas de una posible traición.
Como invitada especial al programa de Los de la culpa, Fabiola Posada recordó que cuando era concejal de Bogotá, cargo que ocupó de 2002 a 2005, utilizó algunas de las herramientas que tenía en su poder para saber qué era lo que estaba haciendo el también comediante en determinado momento.
En el formato digital, cada uno de los integrantes del elenco le hizo una pregunta a La Gorda Fabiola, a fin de ratificar o desmentir chismes que se han dicho de ella. Iván Marín le dijo que “siempre salimos los cuatro, pero nunca pienso dejar salir a Leidy (su esposa) sola contigo, porque eres mala influencia”.
Tras dejar al público en sorpresa por tal declaración, Marín agregó que era porque “tiene como tendencias psicópatas (risas). De hecho, una vez mandaste a perseguir a Polilla”.
Dejando la información hasta ahí, dio paso a la miembro de Sábados felices para que explicara. “Me da vergüenza con ustedes, pero se los voy a contar. Uno comete cagadas en la vida y yo me metí a concejal de Bogotá. El que votó por mí, perdió el voto (risas). Siendo concejal, te dan camionetas, escoltas, un conductor, motorizado de la Policía, todo”, comenzó diciendo.
Siguió agregando que “Polilla me dijo que tenía un show con La Luciérnaga, que se iba y yo no sé por qué los hombres no saben mentir. Yo dije: ‘pero no me cuadra’. Lo peor es que para esa presentación se compró ropa. Cuando lo veo salir, le pregunto: ‘¿Ay, pero vas a estrenar?’ Me dijo que supuestamente era en el Dann Carlton de la 94 y yo simplemente dije: ‘bueno, que te vaya bien’”.
En ese momento, admite que le dijo a uno de sus guardaespaldas que lo siguiera y le diera detalle de lo que hacía o de adónde iba. “Cogió para el Parque de la 93. Se bajó en el McDonald’s. Llegó una vieja de cabello cortico, me dijo él. Yo le pedí que me la describiera más”, expuso.
“Era así con cara de india, una india completa. Ni a mí que tenía 147 kilos en ese entonces me pone la pata esa hijueputa. Era un gurre. Cuando ya acabó todo, me dice el guardaespaldas que la vieja se fue y yo lo saludé: ‘Hola, Poli, ¿cómo te fue en el show? Él lo mantenía, respondía en monosílabos”, rememoró La Gorda Fabiola.
En su defensa, Polilla dijo que “yo tengo mi versión. Estaba con ella porque estaba reportado en Datacrédito por un celular que compramos entre los dos. A uno lo reportan hasta por 1.200 pesos. Lo más hijueputa fue que nosotros sí estábamos haciendo un festival del humor y cuando estábamos listos para empezar, a cinco minutos, me escribió mi ex y me dijo: ‘listo, ya está todo listo’”.
Concluyó diciendo que su esposa le vio el celular, lo estrelló y justo “Pilar Schmitt nos estaba haciendo un especial”.