En un acto que conmocionó a la nación y resaltó la influencia criminal dentro del sistema penitenciario, el director de la cárcel La Modelo de Bogotá, el coronel (r) Élmer Fernández, fue asesinado el jueves 16 de mayo por hombres en motocicleta mientras transitaba por la calle 80 en un vehículo sin blindaje.
Los primeros relatos y declaraciones sobre el incidente indicaron que el director era objeto frecuente de amenazas por parte de reclusos alojados en la prisión. Se señala que Fernández había sido blanco constante de amenazas por parte de internos de la cárcel. Entre las comunicaciones recibidas, se destaca una proveniente de Pipe Tuluá y otra firmada por Pedro Pluma, esta última en la que advirtieron sobre posibles represalias contra su familia si intervenía nuevamente en el patio.
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“De parte de ‘Pedro Pluma’, del (pabellón) 4a, para el director: si se vuelve a meter de requisa para el patio, le mato a la familia”, se lee en la amenza
Sin embargo, surge la incógnita sobre la identidad de la persona que se identificó como Pedro Puma, aunque su verdadera identidad permanece sin ser revelado. Se especula que el nombre verdadero de la persona es Pedro y Pluma es el apodo, este último se relaciona con la jerarquía de los líderes en los patios carcelarios.
Aunque Pedro Pluma fue vinculado al asesinato de Élmer Fernández y se le ha asociado con el grupo delictivo Mago, el presidente de la UTP y el director de la Policía Nacional, general William Salamanca, admitieron conocer la identidad de este recluso, según declararon para Red+Noticias.
Pipe Tuluá: nombre que resuena en el asesinato del director de La Modelo
Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe Tuluá, identificado como el líder de la banda delictiva La Inmaculada, fue asociado con el trágico homicidio. No obstante, las autoridades aún buscan claridad sobre la identidad de Pedro Pluma y su conexión con este crimen.
Los antecedentes de Pipe Tuluá revelan su largo historial criminal, fue detenido por primera vez en 2010 en Armenia, Quindío, por cargos relacionados con la extorsión. En 2011, solicitó ser trasladado a Tuluá, donde se vinculó al servicio de Jhon Stevenz Idrobo, alias Jerry. Posteriormente, ascendió al puesto de jefe del componente criminal bajo el mando de Óscar Darío Restrepo, alias Porrón, consolidando así la organización delincuencial La Inmaculada.
Las autoridades policiales informan que Pipe Tuluá fue arrestado en 2015, pero desde entonces se habría mantenido activo en actividades delictivas. Inicialmente, estuvo recluido en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, conocida como La Tramacúa. Posteriormente, fue trasladado a la cárcel La Picaleña en Ibagué y finalmente a La Picota, en Bogotá.
Su historial criminal incluye ataques contra miembros de las fuerzas de seguridad, funcionarios y empleados del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), entre otros, por lo que estos crímenes son las puntas clave de las autoridades para señalarlo.
La banda Muerte a Guardias Opresores (Mago), liderada también por Pipe Tuluá, fue señalada como la responsable del asesinato del coronel retirado Fernández. A pesar de ello, el movimiento emitió un comunicado en el que negaba su implicación en el violento suceso, al afirmar su compromiso con un cese al fuego y la protección de funcionarios públicos, incluidos a los servidores del Inpec.
“Nuestra organización adelanta diálogos actuales con organismos, estando comprometidos a un cese al fuego y frenando cualquier actividad que atente contra Cabe resaltar que nosotros siempre asumimos la integridad de funcionarios públicos, en especial con el personal del Inpec. Reiteramos nuestro compromiso y voluntad de diálogo. nuestros actos, ante la opinión pública y autoridades competentes. En esta ocasión no tenemos nada que ver con los sucesos y muerte del director de la cárcel de la modelo en bogota (sic)” se lee en el comunicado.