Un hombre que pretendía ingresar a territorio español de forma clandestina dentro de una embarcación fue interceptado en 2023 con 111 kilogramos de cocaína. El propósito era introducir la droga a Europa a través del puerto de Gijón, ubicado en el norte de España.
Un colombiano era el encargado de la embarcación. Más de un año después, el hombre aceptó los cargos presentados por la Fiscalía española y fue condenado a seis años y un día de prisión. El sujeto también deberá pagar una sanción económica de seis millones de euros, es decir, unos 25.000 millones de pesos colombianos.
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Los hechos fueron calificados como delito contra la salud pública, con el agravante de notoria importancia. Además el hombre tiene prohibido regresar a España en diez años luego de que cumpla su condena.
El buque en cuestión, identificado como M/V Iraklis y con bandera liberiana, partió de Barranquilla el 5 de marzo de 2023. Transportaba una carga de 27.200 toneladas de coque siderúrgico con destino al puerto de Gijón, donde llegó 15 días después.
Según el informe de la Fiscalía de Gijón, el acusado abordó el barco con la ayuda de terceros, ocultándose en el interior de la segunda grúa de la cubierta. Además, portaba cuchillos ocultos y documentación falsa.
Cuando el capitán fue informado, se llevó a cabo una inspección en la grúa, donde se encontraron víveres y un traje de neopreno con capucha y escarpines. Una inspección más exhaustiva reveló un compartimento secreto que contenía 112 tabletas de cocaína. Una de las tabletas llevaba un dispositivo de seguimiento GPS.
La droga incautada tendría un valor de venta superior a cuatro millones de euros; es decir alrededor de 16.600 millones de pesos. Desde el 22 de marzo de 2023, el procesado ha estado en prisión provisional.
Colombia es uno de los países con más producción de cocaína en el mundo
La producción potencial de cocaína en Colombia ha experimentado un aumento significativo desde 2018, incrementándose en 600 toneladas hasta 2022. Según las cifras reportadas por Naciones Unidas, la producción pasó de 1.120 toneladas en 2018 a 1.738 toneladas en 2022.
Tumaco, en el departamento de Nariño, es el segundo municipio con mayor cantidad de sembradíos de coca, con 20.720 hectáreas, según la última medición del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la ONU.
Con el incremento en la producción, también ha aumentado el volumen de envíos de cocaína y, en consecuencia, las incautaciones. La administración del presidente Gustavo Petro reportó la incautación de 697 toneladas de cocaína en 2023, un 13% más que el año anterior. Sin embargo, este aumento en las incautaciones apenas mantiene el ritmo con el incremento en la producción, según el análisis que hace la organización InSight Crime.
A pesar de estos esfuerzos, la política gubernamental de reducir la erradicación de cultivos ilícitos ha contribuido a que la producción potencial de cocaína siga en ascenso. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onodc) sugirió a InSight Crime que, aunque el cultivo de coca se está estabilizando, la producción continúa aumentando.
Por su parte, Sergio Uribe, experto en drogas que ha trabajado con la embajada de Estados Unidos en Bogotá y con la Unión Europea, explicó a la misma organización que “aunque actualmente no se esté cosechando coca en algunas zonas del país, los arbustos de coca siguen creciendo”.
De hecho, actualmente hay grandes cantidades de cocaína acumuladas en la cadena de suministro, esperando ser exportadas. “Se trata de un producto no perecedero que tiene una vida útil, si se envasa al vacío, de al menos cinco años”, detalló Uribe.
Este panorama plantea un desafío significativo para las autoridades colombianas y la comunidad internacional en la lucha contra el narcotráfico y el control de cultivos ilícitos.