En la tarde del miércoles 15 de mayo de 2024, el presidente de la República, Gustavo Petro, firmó la ley 2354 con la que se regula el uso y venta de vapeadores y cigarrillos electrónicos en el país.
De acuerdo con el documento, “el objetivo de la ley es contribuir a garantizar los derechos a la salud de los habitantes del territorio nacional, especialmente la de los menores de 18 años y la población no fumadora”.
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Para cumplir con tal fin, con la ley se regulará el consumo, venta, publicidad y promoción de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (Sean), y Sistemas Similares Sin Nicotina (Sssn), los Productos de Tabaco Calentado (PTC y Productos de Nicotina Oral (PNO), entre otros.
Por otro lado, en la ley se especificó que en el país se desarrollarán “programas y proyectos enfocados en la prevención y cesación del consumo de cigarrillos”, los cuales, deberán estar alineados con los requerimientos del Ministerio de Salud y Protección Social.
“El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud y Protección Social, diseñará y pondrá en marcha estrategias y campañas educativas sobre los potenciales efectos y riesgos para la salud del uso de Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), Sistemas similares Sin Nicotina (SSSN) Productos de Tabaco Calentado (PTC) y Productos de Nicotina Oral (PNO); las cuales estarán dirigidas a toda la población”, se lee en el documento.
Qué dice la Organización Mundial de la Salud
El uso de los cigarrillos electrónicos se ha convertido en una problemática global, por tal motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre los riesgos que estos dispositivos representan para la salud, especialmente entre los jóvenes, y la necesidad urgente de regular estos productos, pues señaló que, a pesar de que se han permitido su libre comercialización, existe evidencia de que estos dispositivos no ayudan a dejar de fumar y pueden ser perjudiciales para la salud.
Según cifras que compartió la OMS, 34 países prohíben la venta de cigarrillos electrónicos, mientras que 88 no establecen una edad mínima para su compra y 74 carecen de normativas al respecto. La organización resaltó la presión publicitaria y social dirigida a los jóvenes para consumir estos productos, a menudo a través de influencers y personajes de dibujos animados en redes sociales.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se refirió a la gravedad de la situación al señalar que los cigarrillos electrónicos se promocionan entre personas muy jóvenes con el objetivo de crearles adicción a la nicotina: “Las autoridades nacionales deben actuar con firmeza para prevenir el consumo de estos productos y proteger así a sus ciudadanos”.
En este sentido, el director sostuvo que la problemática es global, citando ejemplos como Canadá, donde el consumo de cigarrillos electrónicos se duplicó entre los jóvenes de 16 a 19 años entre 2017 y 2022, e Inglaterra, donde se triplicó en los últimos tres años, por lo que destacó que los jóvenes que usan cigarrillos electrónicos tienen casi tres veces más probabilidades de fumar cigarrillos posteriormente.
“Sobre la base de las pruebas disponibles en la actualidad, las autoridades no deben autorizar la venta de cigarrillos electrónicos como productos de consumo para dejar de fumar”, explicó la OMS, al señalar que no es bueno utilizar estos dispositivos como estrategias para abandonar el tabaco, incluso si su uso es controlado.
De acuerdo con la organización, la exposición de un feto a los cigarrillos electrónicos consumidos por la madre puede perjudicar su desarrollo, además, cualquier persona que pase cerca de alguien usando estos dispositivos puede sufrir los efectos de las sustancias tóxicas emitidas, incluso, en este contexto, existe una oferta de cerca de 16,000 sabores de cigarrillos electrónicos en promoción, muchos de los cuales se dirigen específicamente a niños.