La seguridad en Bogotá pende de un hilo, y el último episodio pone en vilo a los habitantes del barrio Santa María del Lago, en la localidad de Engativá, noroccidente de la ciudad. En un acto digno de pesadilla, unos criminales fueron captados in fraganti por cámaras de seguridad mientras intentaban ingresar a algunas viviendas para robar.
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La inquietante grabación, que ya circula masivamente en redes sociales, muestra a los delincuentes acechando puertas y ventanas, cual sombras siniestras en la noche. Afortunadamente, su plan fue frustrado y se marcharon con las manos vacías, pero no sin dejar un rastro de temor y preocupación entre los residentes.
Este intento de robo no es un caso aislado. La modalidad de ingresar a la fuerza a los hogares se ha estado replicando de manera alarmante en diferentes sectores de la capital y otras ciudades del país. Los ciudadanos claman por justicia y exigen a gritos una respuesta efectiva de las autoridades para combatir el creciente azote de la delincuencia.
La pesadilla del barrio Santa María del Lago es un reflejo perturbador de una realidad que acecha a todos los bogotanos, sembrando el temor y la desconfianza en sus propios lugares de convivencia. Mientras tanto, la polémica crece en redes sociales donde el tema se ha convertido en una feroz discusión sobre la falta de control y seguridad en la capital.
La ciudadanía exige protección, algunos comentarios señalaron que la situación de seguridad es insostenible, y extendieron un clamor por medidas drásticas para frenar los actos criminales que resuenan con fuerza. Los videos de las denuncian están en poder de las autoridades para establecer quienes son los personajes que estaban intentando forzar las puertas de las viviendas de la zona residencial.
Acoso y violencia extrema sacuden a Fontibón
La ola de acoso y violencia no cesa en Bogotá, y el último episodio en el barrio Villemar, localidad de Fontibón, ha dejado a la comunidad sumida en el terror. Un video impactante difundido en redes sociales revela la escalofriante secuencia de acoso sexual y violencia física que terminó involucrando incluso el presunto uso de un arma blanca.
Todo comenzó con un acoso verbal repugnante. Según el estremecedor testimonio de la víctima, quienes compartieron su calvario en redes sociales, unos sujetos desde un camión lanzaron comentarios soeces y morbosos mientras ella caminaba junto a su familia. Fue entonces cuando su hermano y su padre, en legítima defensa de la dignidad de la mujer, enfrentaron a los acosadores, desatando el infierno.
El video muestra un caos absoluto. Los agresores, lejos de amedrentarse, decidieron bajar del camión y la confrontación verbal escaló rápidamente a una brutal pelea a puños. La escena es digna de una película de acción: insultos, golpes, y la inesperada aparición de un puñal que nunca debió estar ahí.
“¡Abrace perra!”, fue uno de los gritos que resonó en el altercado, mientras el padre y hermano de la víctima luchaban valientemente contra cuatro agresores. El impacto del video es innegable: el tipo de camiseta gris saca un puñal, como se alcanza a ver en el registro audiovisual, aunque en el tumulto lo arroja y desaparece.
El final de esta batalla callejera se trasladó al Centro de Atención Inmediato (CAI) de Villemar, donde la situación alcanzó un clímax absurdo. Los agresores pretendieron denunciar al hermano de la víctima por lesiones personales. En un acto de desesperación, el padre logra una conciliación para evitar que se lleven detenido a su hijo. ¡Sin palabras!
La tragedia trasciende lo legal y lo moral. La víctima, hablando con el corazón en la mano, hizo pública la denuncia para mostrar el maltrato sufrido y advertir sobre los peligros cotidianos que acechan a las mujeres en las calles. “Quiero recordarles que el ACOSO no es justificable en ningún caso”, sentenció con firmeza.