Durante la sesión plenaria llevada a cabo el martes 14 de mayo en el Senado de la República, se dio luz verde, mediante una decisiva mayoría, al proyecto de acto legislativo que propone la modificación del nombre de la Fuerza Aérea Colombiana a Fuerza Aeroespacial.
Dicha propuesta fue recibida con amplio apoyo, registrando un total de 67 votos a favor frente a una mínima oposición de solo un voto en contra.
El senador José Luis Pérez, perteneciente al partido Cambio Radical, destacó la importancia que Colombia le otorga a la exploración y defensa en los espacios aeroespacial y espacial. Pérez subrayó que el concepto de defensa nacional ha trascendido los tradicionales dominios de tierra, mar y aire, para abarcar ahora también la vasta extensión del espacio aeroespacial, resaltando el compromiso del país en adaptarse y responder a los desafíos que plantea este nuevo ámbito.
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La senadora Aida Avella, representante del Pacto Histórico, manifestó su respaldo hacia el proyecto, enfatizando la relevancia que este tiene para la seguridad nacional y la apertura que ofrece para llevar a cabo investigaciones en el espacio.
Por su parte, el senador Manuel Virgüez, perteneciente al Partido Mira, también se pronunció a favor de la iniciativa, aunque expresó ciertas reservas. Virgüez interrogó acerca de los recursos que serían necesarios para materializar de manera efectiva las capacidades a desarrollarse en este renovado escenario aeroespacial.
Los senadores Juan Felipe Lemos, del partido de La U, y Nicolás Echeverry, del Partido Conservador, señalaron la importancia de llevar a cabo un debate profundo respecto a cómo se asignan y utilizan los recursos dedicados a la defensa nacional. Además, enfatizaron en la necesidad de discutir acerca de la transferencia tecnológica requerida para dotar a la Fuerza Aeroespacial colombiana con equipamiento que cumpla con los estándares internacionales.
Y es que, en su momento el ministro de Defensa, Iván Velásquez, anunció a principios de abril que había presentado un proyecto de ley para modificar el nombre de la Fuerza Aérea Colombiana. El objetivo de dicho proyecto era que la entidad pasara a ser conocida como Fuerza Aeroespacial Colombiana. Esta iniciativa surgió después de que la Corte Constitucional anulara una medida anterior debido a que no se había adoptado mediante una ley ordinaria.
El intento previo de modificar el nombre, el cual fue invalidado por la Corte Constitucional, ocurrió porque los magistrados determinaron que este tipo de cambios estructurales debían ser debatidos y aprobados por el poder legislativo, garantizando de esta manera un proceso democrático y transparente.
La iniciativa que fue presentada por el ministro Velásquez manifestó la ambición previamente anunciada por el Gobierno para modernizar y ampliar las capacidades de defensa y vigilancia del país. El objetivo no se limitaba solo a mejorar el dominio del espacio aéreo nacional, sino también a adaptarse a las tendencias globales y a los avances tecnológicos en la defensa del territorio nacional.
Se esperaba que este cambio abriera nuevas posibilidades de cooperación internacional y fortaleciera el papel de Colombia en materia de seguridad aeroespacial. No obstante, en su momento esta noticia fue recibida con escepticismo por parte de la ciudadanía colombiana, quienes argumentaron que un cambio de denominación no representaba una solución real, sino que se requería una gestión adecuada y una intervención efectiva de la entidad.
Tras darse a conocer la decisión de la Corte, la Fuerza Aérea Colombiana publicó un comunicado en el que expresó su conformidad con lo resuelto por esta instancia. No obstante, señaló que, en colaboración con el Ministerio de Defensa Nacional, se veía en la necesidad de someter la propuesta nuevamente ante la Comisión Primera, esta vez siguiendo las directrices marcadas por el máximo tribunal, tal como se indicó el 14 de marzo.
Luego de la reciente aprobación en el Senado a la iniciativa antes mencionada le quedan dos debates más en la Cámara de Representantes.