Por qué celebramos el Día del Maestro en Colombia el 15 de mayo

Como en alguna ocasión comentó el historiador estadounidense Henry Adams, “un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia”. Por eso, el 15 de mayo es la fecha en la que los colombianos celebran y ponen en alto la tarea de los docentes del país, en especial de quienes despliegan esfuerzos titánicos para llevar la educación y la inspiración a los jóvenes estudiantes más vulnerables.

Cada mayo, la honra, la dedicación, el trabajo y el sacrificio de los educadores en todo el país se enarbola. Pero surgen las dudas sobre los orígenes de esta celebración del Día del Maestro.

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Información recogida de portales educativos como Palabra Maestra, y de medios de comunicación como la revista Semana, reseñan que todo sucedió el 15 de mayo de 1950, cuando el francés Jean-Baptiste de La Salle, conocido como San Juan Bautista de La Salle, fue proclamado como el patrono de los educadores por el papa Pío XII, instante que marcó la decisión de Mariano Ospina, entonces presidente del país, de establecer oficialmente este día para reconocer la labor docente. La elección de esta fecha no fue azarosa, sino un reconocimiento a la importancia de los maestros en el desarrollo y formación de las futuras generaciones.

De acuerdo con artículos de la Universidad de La Salle, una institución inspirada en el legado de este importante educador europeo, La Salle fue el “fundador de la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y santo patrono de los educadores”. Nació en Reims, Francia, en abril de 1978.

Por eso, quienes han conocido su trayectoria insisten en que sus experiencias y sus aportes a la niñez durante su vida son realmente trascendentales. “La vida e historia de San Juan Bautista de La Salle está signada por la fe, la fraternidad y el servicio educativo a los más pobres. Junto con el compromiso por la democratización del conocimiento y el empeño por la construcción de una sociedad más justa e incluyente, el liderazgo de La Salle se expresa en quienes hoy, después de tres siglos, continúan su obra”, se escribió en uno de los textos de de la universidad bogotana en mención.

La labor docente es valorada por su capacidad de adaptación frente a los constantes cambios y avances tanto en la ciencia como en la sociedad. El trabajo del educador, más allá de impartir conocimiento, implica innovar y luchar para formar personas educadas que brinden grandes aportes a los pueblos, siempre poniendo de manifiesto una vocación inquebrantable ante cualquier adversidad.

Este día, entonces, no solo es un momento para celebrar, sino también para reflexionar sobre el papel fundamental que los maestros juegan en la construcción de una sociedad mejor.

En este contexto, es importante señalar que la celebración del Día del Maestro en Colombia refleja una tradición arraigada en el reconocimiento del esfuerzo y dedicación de los profesionales de la educación. Este día ofrece una pausa para ponderar sobre la relevancia de la educación y la necesidad de brindar a los educadores el aprecio y los recursos necesarios para llevar adelante su misión.

A lo largo de los años, la jornada se ha convertido en un espacio de celebración lleno de actividades, reconocimientos y eventos especiales en los que la comunidad educativa festejar la pasión por enseñar. Sin embargo, más allá de las reuniones, la fecha también es un recordatorio de los desafíos a los que se enfrentan los maestros, incluido el buscar formas innovadoras de enseñanza que se adapten a las necesidades de estudiantes en un mundo en constante evolución.

Para finalizar, es esencial recordar que el Día del Maestro no solamente es un momento de celebración, sino también un llamado a la sociedad para reconocer y valorar el papel crítico que los educadores desempeñan en la formación de ciudadanos íntegros, capaces y comprometidos con el bienestar de su comunidad y el mundo.