La partida de Elvira Antonia Maestre Hinojosa, conocida en Colombia como ‘Mamá Vila’, ha sumido en luto a la comunidad vallenata y muchas personas que giran en torno de la música colombiana. Este martes 14 de mayo, sus seres queridos y admiradores se congregaron en la Catedral Santo Ecce Homo de Valledupar para rendirle homenaje y despedir a la madre del inigualable cantante Diomedes Díaz.
De acuerdo con la información recogida por El Tiempo, el emotivo encuentro ha estado lleno de coronas de flores y de gestos de cariño que han sido el reflejo del profundo respeto y amor que la comunidad le profesaba a la mujer y al inolvidable cantante.
La velación de ‘Mamá Vila’ ha sido un tributo a su vida, marcada por su bondad, dulzura y resiliencia. Entre los asistentes se encuentran figuras del folclor vallenato y amigos cercanos, quienes han compartido anécdotas y reflexiones sobre la legendaria matriarca de la dinastía Díaz Maestre, según confirmó el medio mencionado.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Joaquín Guillén, amigo entrañable y mánager de Diomedes Díaz, por su parte, compartió recuerdos emotivos sobre la relación que había entre ‘Mamá Vila’ y su hijo.
“Hemos recordado anécdotas, como la ocasión en que Diomedes le dedicó el siguiente saludo en una canción: ‘Ay mamá, ojalá el mar fuera mío para dártelo con todo y pescado’ Ella en tono jocoso le contestó, que eso era mucho pescado para ella”, contó el hombre.
El legado de ‘Mamá Vila’ trasciende la música y se entrelaza con gestos de generosidad y admiración. Uno de los momentos más conmovedores es el relato de la cadena de oro que adorna su tumba, un regalo especial de un admirador de Diomedes Díaz. José Manuel Rada, un empresario de oro que entregó esta joya con la imagen del cacique de La Junta como símbolo de su admiración.
Según confirmó El Tiempo, Joaquín Guillén recordó el momento en el que se produjo este emotivo gesto, pues tiene toda una historia detrás.
“Estando en un restaurante, se me acercó José Manuel Rada con un regalo especial para mí. Le dije que se lo entregara mejor a ‘Mama Vila’. Él vino a Valledupar, le trajo una cadena de oro con la imagen de Diomedes y se la colgó en el cuello de ‘Mamá Vila’. Ella agradeció este gesto de bondad con un fuerte abrazo”, reveló Guillén.
La cadena de oro, que simboliza el cariño y la admiración por Diomedes Díaz, terminó convirtiéndose en una contribución para la compra de la tumba de ‘Mamá Vila’, pues su valor no es solo sentimental, sino también tiene un alto costo en dinero.
Ante el deseo de la madre de ser sepultada cerca de su hijo, Joaquín Guillén adquirió la cadena por 9 millones de pesos colombianos para reunir el dinero necesario.
“La tumba costó $12 millones. Para reunir la plata, le compré la cadena en $9 millones, teniendo en cuenta el valor de su equivalente en ese momento. Gloria, su hija, puso el resto. Así le cumplimos el deseo a ‘Mamá Vila’”, explicó Guillén.
El gesto de José Manuel Rada y la cadena de oro se han convertido en un testimonio conmovedor de la devoción y el afecto que ‘Mamá Vila’ inspiraba en quienes la conocían. En medio del dolor por su partida, su legado perdura en el corazón de todos aquellos que tuvieron el privilegio de compartir su vida y su amor incondicional.
El jueves 16 de mayo, el cuerpo de ‘Mamá Vila’ será velado en cámara ardiente en su casa museo, del barrio San Joaquín de Valledupar. Luego habrá una ceremonia cristiana impartida por un pastor evangélico. Finalmente, a eso de las 3:00 p. m., se irá de este lugar hacia el cementerio Jardines del Ecce Homo, donde será sepultada en una tumba cercana a la de su esposo Rafael María Díaz Cataño y su hijo.