No paran las tensiones en el Urabá antioqueño, luego de que las autoridades confirmaran el hallazgo de tres cuerpos en distintas zonas cercanas al municipio de Turbo durante el último fin de semana, además de la desaparición de otra persona que, al parecer, tiene relación con las víctimas mortales.
El comandante de la Policía Urabá, coronel William Alberto Zubieta, aseguró en las últimas horas que los equipos de investigación ya se encuentran en las labores de búsqueda y recolección de información sobre el sujeto del que se perdió rastro desde hace unos días, aunque no se atrevió a entregar los posibles móviles del plagio y los asesinatos.
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Sin embargo, dentro de la institución se estaría hablando de forma extraoficial que los asesinatos serían producto de una retaliación del Clan del Golfo contra el grupo de amigos, pues información revelada por El Colombiano indicaría que los cuatro sujetos están implicados en una transacción de estupefacientes que no estaba autorizada por el grupo armado, que se ha consolidado como el máximo líder del narcotráfico en la subregión.
La secuencia de hallazgos comenzó el viernes 10 de mayo por la noche en el barrio Kennedy de Chigorodó, donde fue encontrado Yesid Salgado Vargas, oriundo de Turbo, con dos impactos de bala en la cabeza. La cadena de muertes continuó el sábado por la noche, cuando Álex Bonilla, proveniente de Buenaventura, fue descubierto atado de pies y manos y con heridas similares en la vereda El Silencio de Chigorodó.
El tercer caso pertenece a Yeiser Rodríguez Orejuela, localizado en la vía Apartadó-Carepa, cerca de Apartadó. Estas muertes, bajo circunstancias extraordinarias, han puesto de relieve el oscuro entramado del narcotráfico y la justicia por mano propia que impera en ciertas áreas. Mientras tanto, continúa la búsqueda de Carmelo Perea, la cuarta persona desaparecida, de quien no se tiene indicios sobre su paradero.
Información extraoficial obtenida por el medio regional indica que los responsables de las muertes intentaron negociar con los familiares de las víctimas, a quienes les solicitaron un rescate de setenta millones de pesos para liberar a uno de los secuestrados.
Aunque la familia aceptó a pagar el rescate, los sujetos fueron torturados y asesinados, para luego dejar sus cuerpos abandonados en vías públicas del departamento de Antioquia, por lo que el alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar, expresó su consternación frente a estos hechos
“Es un día bastante triste, porque desafortunadamente cuatro familias de nuestro distrito pierden a miembros de sus familias”, señaló. Asimismo, en respuesta a la tragedia decretó tres días de duelo en este municipio portuario.
De hecho, la violencia en el Urabá podría incrementarse en los próximos días, especialmente tras la confirmación del asesinato de Juan Camilo Goez Ruiz, alias Dimax, un cabecilla clave del Clan del Golfo que apareció en el municipio Dabeiba, al noroccidente de Antioquia.
Las pesquisas iniciales indican que su homicidio pudo ser motivado por un ajuste de cuentas entre grupos criminales, lo que afianzarían las hipótesis de una pelea silenciosa para apoderarse de los negocios ilícitos de la región.
A pesar del violento fin de semana, autoridades confirmaron que el Urabá antioqueño ha visto una reducción en las cifras de homicidios del 26,8%, con 41 casos reportados este año en comparación con los años anteriores, aunque municipios como Apartadó experimentan un incremento en estos crímenes.
“Estos hechos nos dejan un mensaje muy claro y es que no podemos normalizar la muerte”, señaló el alcalde Abuchar, al tiempo que pidió colaboración al Gobierno nacional y a las autoridades para tratar con urgencia la espiral de violencia que se vive en la subregión.