Cuatro exministros de Defensa de Colombia han expresado su preocupación por el notable incremento en la violencia y la inseguridad en el país, señalando fallos en las estrategias de lucha contra el narcotráfico y el resurgimiento de delitos como el secuestro y la extorsión.
Marta Lucía Ramírez, Juan Carlos Esguerra, Jorge Alberto Uribe y Guillermo Botero Nieto, mediante una carta pública, alertaron sobre los desafíos que enfrenta la Fuerza Pública ante el auge de acciones violentas perpetradas por organizaciones criminales.
“Es importante para el adecuado liderazgo frente a las instituciones militares y de policía, el respeto y apoyo hacia las mismas, así como la solidaridad y motivación que se debe a cada uno de sus miembros y sus familias. Si a las debilidades atrás anotadas que sufren hoy las instituciones armadas en nuestro país, se llegare a sumar la de la desmotivación de su personal, estaremos ante un riesgo inminente y sin precedentes de la seguridad nacional, de los ciudadanos y de todo nuestro país frente al accionar de los criminales”.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
En su comunicación, según lo reportó Semana, los exfuncionarios enfatizaron que las comunidades en Colombia están sufriendo las consecuencias de una guerra territorial entre grupos ilegales, resaltando la grave situación en departamentos como Cauca, Nariño, Huila y el sur del Tolima.
“Comunidades han sido afectadas en medio del fuego cruzado, el confinamiento de tres comunidades kogui de la Sierra Nevada y el desplazamiento de ochenta familias wiwa de zona rural de Riohacha, que tuvieron que huir de la guerra demuestran que la violencia se ha tomado el país”, menciona Semana, citando la carta.
Según indicaron, la civilidad se ve atrapada en el fuego cruzado, con incidentes recientes en Argelia (Cauca), y enfrentamientos en zonas próximas a Ciénaga, Magdalena y La Guajira, evidenciando el resurgimiento de la violencia y la inseguridad.
La carta también subraya un debilitamiento percibido de las fuerzas de seguridad del país, atribuido a la reducción del personal militar y policial, retiro de miembros experimentados, y falencias en el mantenimiento del equipamiento.
Este panorama se complica aún más con la reducción presupuestaria destinada al Ministerio de Defensa para el año 2023, lo que, según los exministros, compromete la eficacia y preparación de la Fuerza Pública.
“Con una gran cantidad de aeronaves sin volar, debido a diversas circunstancias, hace inexplicable la decisión del señor ministro de haber solicitado la reducción del presupuesto asignado al Ministerio de Defensa para el año 2023, ya que conocemos tanto las necesidades de renovación de equipo, como la urgencia de mejorar en frecuencia y profundidad el mantenimiento de aeronaves, so pena de mayores riesgos”, denuncia la carta.
Además, los exministros manifestaron su inquietud por el deterioro en los procesos de selección de soldados regulares, mencionando la infiltración de disidencias de las Farc como un claro ejemplo de las vulnerabilidades actuales. Hicieron énfasis en la importancia de preservar la integridad y la reputación de las fuerzas armadas, sugiriendo la creación de una comisión auditora para investigar denuncias y mejorar los controles.
“Ninguna amenaza debe subestimarse y la multiplicidad de actores ilegales que entraron a disputar territorialmente las ciudades y cascos urbanos, generan un ambiente de zozobra y temor, socavando la capacidad competitiva del país, afectando familias y comunidades enteras ante el silencio de funcionarios que minimizan los fenómenos urbanos de violencia, reconociendo el aumento cuantitativo de estos delitos, pero ignorando su profundo impacto”, continua la carta.
La carta concluye con un llamado al Gobierno de Colombia para respaldar y reforzar a la Fuerza Pública, manteniendo un equilibrio del orden constitucional y la estabilidad democrática, sin ceder ante actos de corrupción o decisiones que socaven la moral militar. Los exfuncionarios insisten en la urgencia de enfrentar los desafíos de seguridad para garantizar la protección de los ciudadanos y las instituciones armadas del país.
“Es urgente actuar con determinación y responsabilidad para asumir los desafíos de seguridad que enfrenta Colombia y así poder proteger a los ciudadanos junto a las Fuerzas Armadas. Es eso y no menos que eso, lo que los soldados, policías, los demócratas y los miembros de la sociedad civil, reclamamos de usted y de su gobierno”, finaliza la carta.