La intolerancia en las vías se ha convertido en un fenómeno recurrente que afecta a conductores de distintos tipos de vehículos en numerosas ciudades del país.
Es habitual presenciar episodios en los cuales los insultos verbales capturan la atención en el tráfico y se convierten en el origen de los prolongados embotellamientos.
Sin embargo, en esta ocasión, un episodio de intolerancia escaló hasta desencadenar en una confrontación violenta y sangrienta, la cual quedó documentada en un video.
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La situación que fue denunciada a través de redes sociales ocurrió en el departamento de Norte de Santander, concretamente en la capital Cúcuta, allí se evidenció una violenta confrontación entre el conductor de un vehículo de transporte público con un vendedor ambulante.
Al parecer la disputa giraba entorno al pago de un pasaje, de acuerdo con los testimonios y con lo observado en el registro audiovisual, el conductor del bus le había presuntamente ordenado al sujeto bajarse del bus, pero el vendedor argumentaba que había comprado el boleto del viaje, por lo que se inició una acalorada discusión.
En el video se observa cómo el vendedor arroja objetos hacia el vehículo, impactando uno de ellos directamente al conductor. La situación se intensifica cuando este último se defiende utilizando un palo, con el cual inflige múltiples heridas al mencionado vendedor. Las secuencias capturadas evidencian la brutalidad del enfrentamiento, resultando en que ambos individuos terminen con sus ropas y rostros ensangrentados.
“Caso de intolerancia ocurrido en ciudad de Cúcuta hace unos días. Vendedor ambulante se enfadó porque subió a un bus y el conductor no le dejó vender productos. El joven arremetió contra el encargado de la flota argumentando que pagó su pasaje”, escribieron en la página en la que compartieron el video de la brutal pelea.
El incidente de intolerancia generó una amplia condena en las redes sociales, donde numerosos comentarios criticaron severamente la conducta tanto del vendedor como del conductor por involucrarse en una confrontación tan violenta en plena vía pública. Además, destacaron la irresponsabilidad de ambos individuos hacia los pasajeros que aún se encontraban dentro del autobús, señalando que sus acciones pusieron en riesgo la integridad de estos últimos.
Sin embargo, este no es el único caso de intolerancia en las carreteras del país captado y difundido a través de las redes sociales. En un video que circula en X, se puede ver cómo un conductor embiste de manera violenta a unos motociclistas que circulaban en Cartagena. El dramático incidente deja en evidencia los daños sufridos por los motociclistas y cómo, como consecuencia del impacto, el vehículo termina volcado.
En Colombia, las consecuencias legales para los protagonistas de riñas callejeras pueden ser significativas y variar en gravedad según las circunstancias específicas de cada caso, como la existencia de lesiones, el uso de armas, y si se ocasionaron daños a terceros o a la propiedad pública o privada. Según el Código Penal, estas son algunas de las posibles repercusiones:
- Lesiones personales: Según el artículo 111 del Código Penal, las lesiones personales pueden sancionarse con prisión de 1 a 10 años, dependiendo de la gravedad de las lesiones. Si las lesiones son leves, las sanciones pueden incluir multas o trabajo comunitario, pero si resultan en daño permanente o grave, las penas de prisión son más probables.
- Violencia tumultuaria: Participar en actos de agresión en grupo puede ser considerado como violencia tumultuaria, lo cual puede acarrear penas adicionales, independientemente de las lesiones causadas durante el incidente.
- Uso de armas: El empleo de cualquier tipo de arma durante la riña puede incrementar la gravedad de las sanciones, incluyendo penas de prisión más largas y multas mayores.
- Daño en bien ajeno: Si durante la riña se ocasionan daños a la propiedad, los responsables pueden enfrentar cargos por daño en bien ajeno, lo que lleva a sanciones económicas o penas de prisión, dependiendo del costo de los daños causados.
- Perturbación de la tranquilidad pública: Los implicados también pueden ser acusados de perturbar la tranquilidad pública, un delito que puede acarrear multas y restricciones de libertad.