Con un control remoto universal, apartamenteros entraron a una casa y se robaron 1.200 millones de pesos

En medio de las celebraciones por el Día de la Madre, el comerciante barranquillero Rafael Reales fue víctima de un robo millonario en su vivienda, luego de que varios sujetos armados irrumpieran en la casa con la ayuda de un control universal.

Así habría quedado registrado en su denuncia sobre el hurto ocurrido la tarde del sábado 11 de mayo, cuando él, su hija y dos de sus trabajadores fueron amordazados y atemorizados hasta revelar el paradero de su dinero en efectivo y elementos de valor.

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Mientras los empleados de Reales buscaban un vaso con agua para socorrer a una mujer de la tercera edad, presunta cómplice del robo, integrantes de la banda delincuencial lograron burlar el portón de la vivienda e ingresar.

Ya adentro, sometieron al comerciante, que estaba tomando una ducha, su hija y dos empleados, para luego amenazarlos hasta dar con el escondite de su dinero en efectivo, joyas y prendas de alto valor.

“Le indiqué dónde estaba el dinero en el clóset del baño. Ahí encontraron varias cosas. Me amarraron con sunchos plásticos. Rompieron gavetas, muebles de la casa y otros elementos más. Dieron con una fuerte suma de dinero y uno de los hombres se iba metiendo los fajos entre los pantalones. Lo mismo hizo con las joyas, así que yo puse de una vez el denuncio... fue algo terrible “, lamentó en entrevista para Blu Radio el empresario, que guardaba el dinero para reinvertir en sus negocios, a través de la compra de mercancía.

En una operación contundente que las autoridades de Policía llevaron a cabo en Cali, logró desmontarse una banda delincuencial que utilizaba una técnica avanzada para sustraer vehículos, incluso, equipados con un sistema GPS.

Su captura, se dio en medio de allanamientos realizados en la comuna 8, específicamente en el barrio Benjamín Herrera, hasta donde la Policía Metropolitana rastreó a los implicados en el delito de hurto a vehículos, con tecnología de alta clase.

En el lugar, se incautaron herramientas claves para sus operaciones, entre ellas un inhibidor de señal valorado en 12 millones de pesos. Este dispositivo era esencial para neutralizar la ubicación satelital de los vehículos, dificultando así su recuperación, cuando el hurto era puesto en conocimiento de las autoridades.

La efectividad de este dispositivo radica en su capacidad para “aislar totalmente” la señal de rastreo de GPS, detalló el subintendente Andrés López, especialista en codificación de automotores de la Policía Nacional, en diálogo con Noticias Caracol.

Este se transporta en un maletín y se activa en el momento del robo, asegurando que las motocicletas y vehículos de alta gama no puedan ser localizados hasta que sean desguazados o alterados para su venta en el mercado negro.

Este modus operandi subraya la metodología organizada y tecnológicamente sofisticada empleada por bandas delictivas. “La motocicleta es trasladada al lugar en donde vayan a hacer la regrabación o el desguace”, explicó López, destacando el procedimiento calculado y coordinado que siguen los delincuentes, operando generalmente en equipos de dos a tres personas para optimizar la eficiencia de sus robos.

La importancia de esta operación policial se refleja en el alivio de las víctimas de su estrategia, quienes se enfrentaron no solo la pérdida del vehículo, sino también a situaciones de alto riesgo en el momento del robo.

Andrea Pai, afectada por esta metodología, compartió su experiencia, detallando cómo fue abordada violentamente y el rastreador GPS de su motocicleta intervenido de manera instantánea: “Dos hombres me intimidaron con un arma de fuego... el GPS dejó de tener señal”.

El éxito de intervenciones policiales como las del barrio Benjamín Herrera se vio reflejado en las cifras para el 2023: de los 758 casos de hurto a motocicletas reportados en Cali, su operación de inteligencia permitió la recuperación de 15 vehículos, la última semana de julio, de un solo tajo.