Con 120 “ladrillos” de cocaína y dólares en efectivo capturaron a dos narcos colombianos en Ecuador: uno era prófugo en Colombia

Las autoridades ecuatorianas dieron un duro golpe las estructuras del narcotráfico, después que informaran sobre la captura de dos ciudadanos colombianos involucrados en una red de tráfico de drogas que operaba desde Ecuador hacia Norteamérica y Europa.

Los capturados, según informó la Policía de ese país, responden a los nombres de Dirlian Oswaldo Botina Egas, identificado como líder de la organización criminal Las Palmas, y Everzon Albeiro Delgado Portilla, ambos con un historial de actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico.

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Las autoridades ecuatorianas, en colaboración con la unidad SIU-Dijín de Colombia, logró la captura de estos individuos el pasado sábado 11 de mayo, hallando en su posesión un automóvil de alta gama que contenía 119 kilogramos de cocaína, distribuidos en 120 “ladrillos”, junto con 240 dólares en efectivo y dos teléfonos móviles.

“Estos individuos se dedicaban al transporte y entrega de grandes cantidades de sustancia sujeta a fiscalización”, manifestó la Policía de Ecuador, destacando el método de ‘gancho ciego’ utilizado para enviar la droga a través de los puertos de Guayaquil hacia mercados internacionales.

Además de las capturas, las investigaciones revelaron la historia criminal de los detenidos. Botina Egas, quien “tiene libre tránsito en nuestro país (Ecuador), por lo que pudo evadir los diferentes controles policiales”, según informaron las autoridades, había escapado hacia Ecuador luego de su fuga en medio de una operación denominada ‘Las Palmas’ en Colombia.

Además, este sujeto era considerado como de “importante” valor para las autoridades, mientras que Delgado Portilla tenía en su contra una orden de captura vigente por delitos similares y ya había sido calificado como un “objetivo de alto valor”.

Según declaró Iván Ayala, director nacional subrogante de Investigación Antidrogas de Ecuador, este operativo representa un golpe significativo a las redes de narcotráfico que operan a nivel internacional. La detención de estos individuos se le atribuye a un esfuerzo más amplio por parte de ese país para combatir el flujo de drogas ilegales, evidenciado por la incautación de 106 toneladas de drogas desde el inicio del año, una cifra que supone un incremento respecto al año anterior y que tiene un valor estimado en 215 millones de dólares.

“Estamos tratando de determinar qué vínculo tienen con grupos terroristas de acá”, comentó Ayala, sugiriendo que la investigación aún está en curso y que los esfuerzos por erradicar estas organizaciones delictivas continúan siendo una prioridad para la seguridad nacional e internacional.

En una operación coordinada por la Policía Nacional de Colombia, la Fiscalía General y autoridades francesas, se efectuó la detención de Juan Antonio Gil Díaz, conocido por el alias de Toño, en Paratebueno, Cundinamarca, el pasado martes 7 de mayo.

Gil Díaz, de nacionalidad venezolana, es acusado de suministrar armamento y materiales explosivos a la facción criminal Tren de Aragua. Contra este sujeto pesaba una orden de captura emitida por Interpol, asociada a presuntos crímenes de tráfico de narcóticos y conspiración delictiva.

Las fuerzas del orden describieron a alias Toño como un narcotraficante de perfil bajo, cuyas prácticas y lujos revivieron a figuras notorias del crimen organizado, tal como Pablo Escobar. Se reveló que el detenido estaba en proceso de edificar una versión moderna de la Hacienda Nápoles, dotada de amplias comodidades y habitada inclusive por animales exóticos, lo que demostraba su intento de imitar el extravagante estilo de vida del conocido capo colombiano.

La captura de Toño es el resultado de seis meses de intensiva investigación, desencadenada por una alerta de las autoridades francesas sobre su presencia en territorio colombiano. Desde marzo de 2023, Gil Díaz estaba bajo vigilancia como el presunto responsable de un alijo de ocho toneladas de cocaína decomisadas en la Guayana Francesa.

Aunque se le ubicó en un principio en Bogotá, este individuo migró su base de operaciones a Villavicencio y Puerto López, adoptando la fachada de un exitoso empresario agropecuario. Con el tiempo, adquirió terrenos en el mencionado municipio cundinamarqués, desde donde coordinó el tráfico de estupefacientes hacia Venezuela, empleando pistas clandestinas ubicadas en los departamentos de Meta y Casanare.

Durante la operación también fueron aprehendidos cuatro asociados de Gil Díaz, identificados con los alias de Felipe, Maikel, José y Ángel, quienes formaban parte de su equipo de protección. Se les incautaron armas, munición, dinero en efectivo y equipos de comunicación.

El director de la Policía Nacional, el general William René Salamanca Ramírez, enfatizó la importancia de la operación como el inicio de una indagación más exhaustiva destinada a desmantelar la red criminal de Toño y sus vínculos internacionales. Salamanca anticipó fases adicionales en la investigación enfocadas en la confiscación de bienes usados en actividades ilícitas.