Las autoridades de Panamá incautaron seiscientos paquetes de una sustancia ilícita y arrestaron a un ciudadano colombiano en relación con el cargamento, durante una operación realizada en el corregimiento de Vacamonte, en la provincia de Panamá Oeste.
Este hecho marca un nuevo logro en la lucha continua del país contra el narcotráfico, que utiliza a Panamá como corredor para el trasiego de drogas desde Suramérica hacia destinos principalmente en Estados Unidos y Europa.
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La intervención, denominada ‘Operación Star’, se llevó a cabo cuando los oficiales inspeccionaron el compartimiento de carga de una camioneta tipo pickup, según reveló la Policía Nacional (PN) a través de un comunicado.
No se especificó la naturaleza exacta de la droga decomisada, pero se presume que cada paquete contiene cerca de un kilo de la sustancia. La detención del individuo de nacionalidad colombiana subraya el compromiso de las fuerzas de seguridad panameñas en desarticular las redes de tráfico que operan en la región.
En los últimos años, Panamá ha sido escenario de significativos decomisos de narcóticos. Durante el año anterior, las autoridades panameñas lograron decomisar un total de 119,2 toneladas de drogas, en su mayoría cocaína, lo que sigue a un récord histórico establecido en 2022 con 138,41 toneladas incautadas. Estas cifras resaltan la intensidad con que los carteles de droga intentan aprovechar la posición geográfica estratégica de Panamá para sus operaciones ilícitas.
La lucha contra el narcotráfico no para
La lucha contra el narcotráfico representa uno de los mayores desafíos globales, implicando esfuerzos coordinados entre países para combatir la producción, distribución y consumo de sustancias ilegales. Las estrategias abarcan desde operativos militares y policiales para desmantelar organizaciones criminales, hasta programas de prevención y rehabilitación para reducir la demanda de drogas.
A pesar de los avances logrados en algunas regiones, el narcotráfico sigue adaptándose y encontrando nuevas rutas y métodos para eludir a las autoridades, presentando así un constante reto para la seguridad y el bienestar social a nivel mundial.
Por eso, la lucha contra el narcotráfico no se detiene. Recientemente, en un operativo realizado en las aguas del Pacífico colombiano, unidades de la Policía Antinarcóticos y la Armada Nacional lograron interceptar una lancha rápida cargada con una significativa cantidad de cocaína.
El acontecimiento, que tuvo lugar en la tarde del domingo 12 de mayo de 2024, concluyó con la incautación de un total de 456 kilogramos del estupefaciente, según confirmó la Policía Nacional a través de una publicación en su cuenta de X. Este cargamento ilícito, que estaba destinado a Centroamérica, estaba hábilmente escondido en el fuselaje de la embarcación tipo Go Fast, un detalle que resalta la sofisticación en los métodos utilizados por los traficantes para eludir la detección de las autoridades.
La valía del cargamento incautado se estima en unos 18 millones de dólares, fondos que, presumiblemente, habrían alimentado las actividades de grupos criminales. “La droga tendría un valor en el mercado de 18 millones de dólares, los cuales serían usados en rentas criminales”, declaró un portavoz de la Policía Nacional.
En otro reciente operativo que tuvo lugar a inicios de mayo, fuerzas combinadas de la Policía Nacional, Fiscalía General de la Nación, DEA y el Ejército Nacional lograron incautar 53,5 kilos de heroína en el corregimiento de Santa Fe, Buesaco, Nariño. Esta confiscación tuvo lugar en una zona rural y fue el resultado de precisas labores de inteligencia, que apuntaban a un envío planeado a Guayaquil, Ecuador, con destino final el mercado estadounidense.
El general William René Salamanca Ramírez, director General de la Policía Nacional de Colombia, detalló que el alijo tenía un valor estimado de 802 millones de pesos en su origen, pero este monto se elevaría a cerca de 3,7 millones de dólares una vez distribuido en el mercado internacional. “Esta operación hace parte de la ofensiva integral contra el narcotráfico”, comentó Salamanca, destacando la coordinación con Ecuador y la DEA en este esfuerzo. Se estima que se previno la circulación de alrededor de 860 mil dosis de esta potente sustancia.
La estrategia de ocultamiento reveló niveles sofisticados de ingenio por parte de los traficantes, quienes escondieron la droga en una vivienda de apariencia humilde, utilizando empaques que imitaban dediles para evadir controles de seguridad.
Además, se decomisaron mil etiquetas con el logo de un equipo de fútbol de Guayaquil, indicativo de una organización criminal transnacional en la operación. “Las etiquetas con el logo de un equipo de fútbol buscaban camuflar los envíos”, señaló la Dirección Antinarcóticos, evidenciando las tácticas de engaño empleadas.
La ubicación geográfica de Buesaco, con su elevada altitud y complicadas rutas montañosas, fue identificada como estratégica para el cultivo de amapolas y la producción de heroína, lo que facilitaría las operaciones de los narcotraficantes en la región. La cooperación binacional con autoridades ecuatorianas fue crucial en la investigación y el logro de este operativo, reflejando el compromiso compartido por ambos países en la lucha contra el narcotráfico.