“Solo quiero justicia para mi hermana (...) Me levanto cada mañana y digo: ‘Esto no puede ser real’”, expresó el hermano de Ana María Henao, a la par que pedía justicia por la desaparición de su allegada.
Han pasado 100 días y aún no se sabe cuál es el paradero de Ana María Henao, una mujer colombo-estadounidense que desapareció en Madrid, España. Henao se había mudado temporalmente a la capital española buscando alejarse del complicado divorcio que enfrentaba con David Knezevich.
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La Policía de España y el FBI sospechan que Ana María Henao, exitosa en el mundo de los negocios, fue asesinada por su esposo, que aún estaba legalmente casado con ella. De acuerdo con Infobae España, se cree que Knezevich perpetró este crimen con el objetivo de apropiarse del patrimonio que compartían: se trataba de más de 15 millones de dólares.
Knezevich se encuentra actualmente detenido provisionalmente en Miami, donde fue arrestado al llegar en un vuelo procedente de Serbia, su país de origen, el sábado 4 de mayo. Esta detención se produjo por las pruebas: chats e imágenes de video, en el apartamento de Henao.
David y Ana María estuvieron casados durante trece años, vivían en Florida, Estados Unidos, y habían construido un negocio próspero juntos, lo que sería la clave del presunto crimen, según las primeras hipótesis de las autoridades. Precisamente, el divorcio se complicó debido a disputas sobre la división de bienes.
El rastro de Ana María Henao
El rastro de Ana María se desvaneció el 2 de febrero. Según el diario El Tiempo, ese día habló con una amiga por teléfono y durante la conversación mencionó su cansancio. No tenía un plan específico para la noche, quizás se quedaría en su apartamento en Salamanca, un barrio exclusivo de Madrid; allí había alquilado una residencia desde principios de 2024.
Ana María le contó a su amiga de sus visitas recientes, pues planeaba mudarse en marzo, justo cuando finalizara su contrato de arrendamiento. También acordaron realizar un viaje juntas a Barcelona. Esta conversación marcó el último contacto conocido de Ana María con su amiga.
Después de la conversación, lo único que se supo de Ana María fueron dos mensajes enviados desde su celular al día siguiente, uno en inglés y otro en español, pero ambos con el mismo contenido: “Conocí a una persona muy agradable. Tiene una casa de campo a unas dos horas de Madrid. Ahora nos vamos y pasaré unos días allí. La señal es escasa. Te llamaré cuando regrese”.
Las amigas que recibieron estos mensajes sospecharon de inmediato. Por un lado, Ana María no solía expresarse de esa manera. Por otro lado, no estaba buscando iniciar una nueva relación.
A pesar de los intentos de su amiga por contactarla, Ana María no respondió a las llamadas y desde el domingo 4 de febrero ya no entraban llamadas, lo que llevó a su amiga a contactar a la Policía y a la familia.
Los bomberos ingresaron al apartamento de Ana María en Salamanca, pero no encontraron rastro de ella. No había signos de violencia y la puerta no estaba forzada. Una vecina informó que antes de irse a dormir, alrededor de la una y media de la mañana, vio la luz encendida en el apartamento de Ana María.
Las pruebas que inculparían a David Knezevich
La relación entre Ana María y David se había deteriorado desde el verano de 2023, y el proceso de divorcio se había vuelto complicado. Mientras Ana María insistía en una división equitativa, David abogaba por que ella recibiera una porción menor.
Las cámaras de seguridad de su edificio en Madrid fueron parcialmente pintadas el día de la desaparición de Ana María, y se capturó a una persona, con rasgos similares a los de Knezevich, intentando cubrir las lentes.
Además, se encontraron manchas de sangre en el apartamento de Henao, las cuales están siendo sometidas a análisis de ADN.
El diario El Tiempo indica que, según documentos del FBI, Ana María le temía a su exesposo y creía que él la estaba vigilando.