‘Antonio García’ arremete contra Otty Patiño: “Se le dio por hablar de retenciones económicas, qué lindo el doble rasero”

En recientes declaraciones publicadas en la red social X, Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, conocido por su alias Antonio García, arremetió contra Otty Patiño, actual alto comisionado de Paz en Colombia.

García, identificado como una figura clave dentro del Ejército de Liberación Nacional (ELN), acusó a Patiño de aplicar un “doble rasero” en su crítica a las acciones de “retención” económica supuestamente previstas por el ELN. Este señalamiento retoma el historial de Patiño como exmiembro del M-19, cuestionando las acciones similares realizadas por este último grupo guerrillero durante su época activa.

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Según García, parece irónico que Patiño hable en contra de los secuestros con fines económicos cuando él mismo fue parte de situaciones equivalentes en el pasado. “Ahora a Otty (Patiño) se le dio por hablar de las retenciones económicas que volverá a realizar el ELN, pero se le olvida las que él y el M-19 hacían”, expresó. A través de estas palabras, García busca resaltar una supuesta hipocresía en las críticas del comisionado hacia las tácticas financieras que el ELN pretendería adoptar.

Uno de los ejemplos mencionados por García para ilustrar su punto es el caso de Camila Michelsen, quien fue secuestrada en 1985 en un contexto en el que el M-19 ya negociaba su desmovilización. García acusó a Patiño y al M-19 de haber solicitado entonces un préstamo considerable al ELN para finalizar dichas negociaciones, préstamo que, según él, nunca fue retribuido. “Le recuerdo que en la retención de Camila Michelsen, capturada en 1985, ya habían iniciado negociaciones; pero como andaban sin dinero, hasta le solicitaron al ELN un préstamo millonario para culminar la negociación, préstamo que jamás nos pagaron”, afirmó.

Además, García rememoró otro episodio relacionado con lo que llama las “buenas ganancias” obtenidas por el M-19 tras el secuestro de una figura apodada como Papero, justo antes de finalizar las conversaciones con el entonces presidente Virgilio Barco. El jefe guerrillero sugirió que el éxito financiero de esta operación permitió al M-19 realizar inversiones legales una vez desmovilizado.

“Ya finalizando las negociaciones con Virgilio Barco, retuvieron al ‘Papero’, les fue bien en esa negociación y les entró un buen ‘billete’ que hasta inversiones legales hicieron luego de la desmovilización”, señaló, insinuando una contradicción en la postura actual de Patiño frente a prácticas similares.

Esta crítica no solo pone en tela de juicio la consistencia de las posturas éticas en el contexto de las negociaciones de paz en Colombia, sino que también resalta la complejidad y las dificultades inherentes al proceso de diálogo entre el Gobierno y los grupos armados.

Las acusaciones de García contra Patiño revelan las tensiones y retos que enfrentan tanto excombatientes reintegrados a la vida civil como aquellos aún en activo, especialmente por la forma en que termina la publicación de García: “O sea que las retenciones económicas son buenas para unos, pero para otros no. Qué lindo el doble rasero”.

La relación entre Antonio García, miembro de la mesa de diálogos con el Gobierno, y Otty Patiño, alto comisionado de Paz en Colombia, ha sido marcada por tensiones y desacuerdos públicos, especialmente en lo que respecta al proceso de paz y las acciones del ELN.

De hecho, en algún punto Otty Patiño acusó a Antonio García de interferir contra la paz, calificando sus publicaciones en redes sociales como “inoportunas” y “perjudiciales” para el diálogo y la paz. Patiño ha sido crítico con la postura de García y ha mencionado que existen divisiones internas en el ELN sobre el camino hacia la paz.

Estos puntos reflejan una relación complicada y llena de desafíos, donde ambos han tenido choques verbales que han salido a la luz pública y han influido en la percepción del proceso de paz en Colombia.