Luego de más de un año de que se registrara la captura de Samir Rivaldo y Yesica Donado, dos médicos colombianos que lideraban una organización criminal en la que durante al menos dos años emitieron licencias falsas en Chile, los lujos que tenían fueron expuestos a poco menos de un mes de que inicie el juicio oral en su contra.
Para entender el contexto de este caso, Rivaldo y Donado son una pareja de colombianos que entregaban a cambio de dinero licencias con las que los falsos pacientes podían evitar asistir a sus trabajos, lo que provocó una defraudación del fisco chileno de al menos 28 millones de dólares.
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Es por ello que este caso ha generado gran indignación en Chile, lo que aumentó luego de que una investigación de BBCL revelara los lujos que los colombianos tenían, a esto se le suman los secretos del impacto que tuvo el negocio ilícito de los “médicos que llevaba una vida de narcos”.
La compra de zapatos de lujo grabados con su nombre, autos, joyas y el cambio de más de 370.000 dólares son algunas de las excentricidades que realizaba el médico colombiano de manera habitual y que hicieron que las autoridades pusieran su atención en la pareja.
El negocio de los colombianos creció tanto que tuvieron que contratar a médicos que aceptaron realizar las licencias falsas, conformaron varias sociedades y utilizaron a sus familiares como testaferros para comprar bienes y ponerlos a nombre de ellos, entre estos se resalta la madre de Samir Rivaldo.
Dentro de las sociedades médicas que conformaron durante los dos años que estuvieron delinquiendo se encuentran Dr. Mitite SPA, Servimed SPA y Servicios Médicos Provimedc SPA, con las que emitieron más de 71.000 licencias fraudulentas, de las cuales 52.557 fueron pagadas por el sistema público de salud en Chile.
Respecto a los métodos que tenían estas empresas de fachada, se conoció que los clientes se contactaban con los médicos por WhatsApp, pero estas eran dirigidos por captadores que tenían como tarea conseguir más personas y recibían a cambio una comisión que era determinada por los días de licencia que necesitara el interesado.
Sobre las tarifas, los médicos cobraban a los afiliados al sistema público 38 dólares por licencias de 1 hasta 11 días y hasta 80 dólares por aquellas que tuvieran más de 22 días. Por otra parte, cuando se trataba del sistema privado, el valor de la licencia aumentaba hasta los 100 dólares.
Estos ingresos hicieron que los señalados lograran comprar tres viviendas en un sector exclusivo de Barranquilla, Colombia, que fueron adquiridas con el dinero que enviaron a Colombia por medio de órdenes de pago a cuentas de sus empresas.
El dinero que los imputados enviaban a sus familiares en Colombia fue uno de los factores que los dejó al descubierto, ya que durante los dos años se registraron hasta 52 transacciones por valores que eran superiores a los registrados dentro de sus finanzas.
De la misma forma, el colombiano se transfirió a sí mismo 33.000 dólares a una cuenta de Western Union y tenía una cuenta en Chile con más de un millón de dólares, en esta se mezclaba el dinero proveniente de su accionar delictivo y el sueldo que recibía por parte de la Corporación Municipal de Educación y Salud de la Municipalidad de San Bernardo, en donde estaba contratado.
Además de los médicos, las autoridades se encuentran investigando a los clientes que participaron de la compra de las licencias falsas.
Dentro de las posibles condenas, los colombianos podrían pagar hasta 28 años de prisión por los delitos de asociación ilícita, lavado de activos, fraude de subvenciones y emisión, obtención y tramitación de licencias falsas, además, el Ministerio Público de Chile pide el pago de una multa que entre los dos suma más de ocho millones de dólares.