Entregan los restos de un niño que fue reclutado y desaparecido por más de dos décadas en Huila

Tras 22 años de una incansable búsqueda para una familia en Huila, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en acción conjunta con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (Ubrd), entregaron a sus seres queridos los restos de un niño reclutado a los 16 años por las extintas Farc, que murió seis meses después en medio de un enfrentamiento con la fuerza pública.

La entrega digna, la inhumación y la ceremonia en memoria de la víctima se llevó a cabo gracias al trabajo articulado entre las instituciones que conforman el Sistema Integral para la Paz, las cuales se coordinaron con el Instituto Nacional de Medicina Legal para lograr la identificación de la víctima.

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“Uno recuerda jugar, ver muñequitos, hacer cosas de niños y después ver a mi mamá llorando, buscándolo. Para ella fue duro no verlo. No poder hacerle un velorio, ni llevarlo a una iglesia. Mamá sufrió mucho”, fue el relato de la hermana de la víctima, durante la diligencia de entrega digna.

Esta acción se dio en el marco del caso 07, que investiga los acontecimientos relacionados con reclutamiento y utilización de niños en el conflicto armado, en desarrollo de las medidas cautelares decretadas por la Sala de Reconocimiento sobre el cementerio del corregimiento de La Unión Peneya, en el municipio de La Montañita (Caquetá).

La familia le contó al despacho relator del caso 07 que hace unos años, integrantes de las Farc les informaron sobre la presunta inhumación del cuerpo de su ser querido en el cementerio de La Unión Peneya. Sin embargo, como no les permitieron ver el cuerpo, no pudieron tener certeza que se tratara de él.

A esta incertidumbre se sumaron los testimonios de algunos habitantes de la zona que les relataron haberlo visto vivo, lo que mantuvo la esperanza de tenerlo de nuevo en casa.

La explicación de Medicina Legal reveló que la identificación del cuerpo se comprobó mediante pruebas de ADN. Es decir, el hallazgo coincidió con el perfil genético de su madre. En esta diligencia, la familia pudo conocer información sobre la causa de muerte y el proceso de identificación.

La JEP entregó a la madre de la víctima una planta de bambú, como símbolo de su lucha incansable en la búsqueda de su hijo. Este símbolo se ha construido en el marco del caso 07 como un reconocimiento a la fortaleza, resiliencia y la solidaridad que caracteriza a las mujeres, madres y hermanas buscadoras de aquellos niños que fueron reclutados y arrebatados de sus hogares.

De acuerdo con el tribunal de paz, la planta de bambú honra el proceso de búsqueda y exigencia de justicia que emprenden las víctimas, “cuyas raíces sólidas y robustas preparan su tallo y sus hojas para enfrentar las adversidades que se presentan en el camino”.

En desarrollo de las medidas cautelares ordenadas por la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP en octubre de 2021, la UBPD y la Unidad de Investigación y Acusación (UIA), recuperaron un total de 47 cuerpos esqueletizados que fueron entregados al Instituto Nacional de Medicina Legal para su identificación.

A la fecha, se han identificado y entregado de manera digna a sus familiares seis cuerpos de víctimas recuperados en el marco de la medida cautelar. De estos, 4 corresponden a personas que fueron reclutadas por las Farc, siendo niños y, los otros 2, también fueron reclutados y fallecieron cuando aún eran menores de 18 años.

Del total de cuerpos recuperados en este cementerio, Medicina Legal ha determinado que 26 corresponden a personas que murieron siendo adultos, 4 corresponden a personas que murieron siendo menores de 18 años y 17 se encuentran en un rango de edad probable al momento de su muerte que podría incluir menores de 18 años.