El Día de las Madres en Colombia, a pesar de ser una celebración dedicada al reconocimiento y aprecio hacia las madres, ha mostrado un incremento en los casos de homicidios en comparación con otros días del año.
Bogotá no es la excepción a la regla. Según cifras de la Policía Metropolitana de Bogotá, durante 2023 se registraron 12 homicidios, 208 casos por lesiones comunes (riñas) y 255 casos de violencia intrafamiliar.
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Sin embargo, tanto en la capital del país como en las demás ciudades hay varios factores que confluyen para que esta celebración sea un sinónimo de hechos violentos, los cuales son:
- Incremento del consumo de alcohol: es común que durante las celebraciones del Día de la Madre aumente el consumo de alcohol. El exceso en el consumo de bebidas alcohólicas está directamente relacionado con un aumento en los comportamientos agresivos y violentos.
- Reuniones familiares: las reuniones familiares prolongadas pueden exacerbar conflictos latentes entre los miembros de la familia o con conocidos, lo que puede escalar a situaciones de violencia.
- Uso de armas de fuego: la combinación del consumo de alcohol y la disponibilidad de armas de fuego pueden contribuir al aumento de los casos de homicidio durante estas fechas.
- Aspectos culturales y sociales: refleja también las dinámicas sociales y culturales que pueden influir en el comportamiento individual y colectivo, incluyendo la manera en que se celebran este tipo de festividades y cómo se manejan los conflictos.
Frente a estos factores, la doctora Karol Vásquez, decana de la facultad de Terapias Psicosociales de la Universidad Antonio Nariño, habló con Infobae Colombia sobre ciertas conductas y detalles que hacen detonar las reuniones familiares, epicentro de esta celebración.
Para la especialista, esta problemática se podría resumir en una triada que reúne una combinación poderosa y nociva, que en muchos casos puede terminar en tragedia.
El primer elemento de estos casos es la integración del núcleo familiar; allí Vásquez destaca que en “el día de la madre se exacerban muchas de las problemáticas y falencias que tienen las familias en su comunicación, en sus relaciones y al integrar distintos miembros del núcleo familiar –porque está presente no solo lo que implica la familia nuclear, sino que también incluya miembros de la familia extensa es decir tíos hermanos personas que viven en otros lugares pero que por la fecha que convoca pues se reúnen– y se integran eso implica que también esa integración se refiere a ese espacio donde se establece una mayor cercanía”.
Esto genera “mayor cercanía, no sólo en términos físicos, sino también en términos de sentimientos emociones recuerdos vivencias y por supuesto problemáticas que se hayan tenido o que se tengan al interior de la familia o con algunos miembros del esa familia ya sea nuclear”, agregó la doctora.
El segundo factor es el consumo de alcohol, que para Vásquez es un “factor preponderante y casi la mayor causa o fuente de conflicto en estos escenarios”, dado que “es una droga socialmente aceptada, eso quiere decir que su libre consumo y su impacto en la cultura de la sociedad”, y que de paso lo que hace es aflorar aún más ciertos pensamientos que en sano juicio no se demostrarían.
Junto a estos dos componentes, se suma el hecho que “la familia y el hecho de que eso haya instaurado también una cultura de violencia asociada a la violencia intrafamiliar, a la violencia conyugal o de género, conjugan una tríada trágica en términos de lo que representa la celebración de las madres”.
Esta triada desdibuja “lo que debería ser un encuentro familiar en armonía, en paz con gratitud con respeto con empatía con tolerancia y no lo que vemos usualmente en los últimos años donde no sólo se generan accidentes, sino también esta celebración cobra muchas vidas y tenemos pues diversas muertes registradas y unas pérdidas irreparables en la familia en la sociedad”, puntualizó la especialista.