Procuraduría pidió a la Corte Suprema condenar a tres exmagistrados por corrupción y cohecho

Los tres exmagistrados del Tribunal Superior de Villavicencio son acusados de recibir sobornos y otorgar beneficios ilícitos a paramilitares y terceros a cambio de favores judiciales

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La Procuraduría General de la Nación ha solicitado a la Corte Suprema de Justicia la condena de tres exmagistrados del Tribunal Superior de Villavicencio - crédito Pixabay
La Procuraduría General de la Nación ha solicitado a la Corte Suprema de Justicia la condena de tres exmagistrados del Tribunal Superior de Villavicencio - crédito Pixabay

La Procuraduría General de la Nación ha instado a la Corte Suprema de Justicia a emitir fallo condenatorio contra tres exmagistrados del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio por su involucramiento en un caso de corrupción judicial, en el cual se les acusa de haber recibido dineros y otros beneficios a cambio de favorecer a terceros con sus decisiones en los procesos penales bajo su responsabilidad.

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Los implicados Joel Darío Trejos Londoño, Alcibíades Vargas Bautista y Fausto Rubén Díaz Rodríguez, habrían conspirado con otros funcionarios judiciales para otorgar beneficios procesales indebidos, como la libertad o la detención domiciliaria -y la posterior evasión de esta última-, a miembros de grupos paramilitares activos en la región.

Las actuaciones irregulares de los magistrados habría beneficiado a importantes fichas paramilitares de la región - crédito imagen de archivo Colprensa
Las actuaciones irregulares de los magistrados habría beneficiado a importantes fichas paramilitares de la región - crédito imagen de archivo Colprensa

Adicionalmente, se ha revelado que los exmagistrados recibieron un total de 150 millones de pesos e invitaciones pagadas en hoteles locales, entendiéndose que estas dádivas fueron a cambio de revocar la sentencia de condena contra una pareja de esposos, acusados por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio.

Dentro de las irregularidades señaladas, se encontró que estos exfuncionarios aprobaron indebidamente redenciones de penas, violaron los tiempos procesales e incluso revocaron fallos condenatorios, aparte de absolver o liberar a ciertos individuos por vencimiento de términos. Uno de los beneficiarios destacados de estas acciones es Martín Farfán Díaz González, alias ‘Pijarvey’, antiguo líder paramilitar de los Llanos Orientales, quien fue neutralizado por la Policía Nacional en septiembre de 2015.

Desde la Procuraduría General de la Nación, se subrayó la gravedad de las acusaciones y la importancia de mantener la integridad del sistema judicial colombiano - Crédito Colprensa
Desde la Procuraduría General de la Nación, se subrayó la gravedad de las acusaciones y la importancia de mantener la integridad del sistema judicial colombiano - Crédito Colprensa

Según el Procurador Segundo Delegado para la Investigación y Juzgamiento Penal, las pruebas recabadas durante el juicio demuestran claramente las conductas indebidas de los tres exmagistrados, estableciendo bases sólidas para su condena por los delitos de prevaricato por acción y omisión, cohecho propio y concierto para delinquir agravado.

Esta solicitud resalta el compromiso de la Procuraduría con la lucha contra la corrupción en el sistema judicial colombiano, enfatizando la necesidad de garantizar la integridad y la justicia en el procesamiento penal del país.

Si los exmagistrados Joel Darío Trejos Londoño, Alcibíades Vargas Bautista y Fausto Rubén Díaz Rodríguez son hallados responsables de los delitos de prevaricato por acción y omisión, cohecho propio y concierto para delinquir agravado, enfrentarán consecuencias legales graves, reflejo de la severidad del sistema judicial colombiano ante la corrupción y la manipulación de la justicia.

El prevaricato por acción se refiere a la acción de un funcionario judicial que emite una decisión injusta a sabiendas de su injusticia, mientras que el prevaricato por omisión implica el incumplimiento deliberado de los deberes del funcionario, al no tomar las medidas necesarias para evitar la emisión de una decisión injusta. Estos delitos atentan directamente contra la administración de justicia, minando la confianza pública en el sistema judicial. Por tanto, podrían enfrentar penas de prisión significativas, las cuales, según el Código Penal Colombiano, pueden variar considerablemente dependiendo de la gravedad y las circunstancias específicas de sus acciones, pero que generalmente implican varios años de cárcel.

Varias de las condenas podrían conducir a los exmagistrados a pagar prisión - crédito Colprensa
Varias de las condenas podrían conducir a los exmagistrados a pagar prisión - crédito Colprensa

El cohecho propio implica recibir directa o indirectamente beneficios indebidos a cambio de realizar u omitir actos relacionados con sus funciones. Este delito es particularmente grave debido a su impacto directo en la integridad y la imparcialidad de las decisiones judiciales. Las penas para este delito también incluyen prisión, multas y la inhabilitación para ejercer cargos públicos, asegurando que los condenados no puedan volver a desempeñar funciones dentro del sector público.

El concierto para delinquir agravado se relaciona con la colaboración en grupos organizados para cometer delitos, en este caso, dentro del sistema judicial. Su gravedad reside en la premeditación y la colaboración para subvertir el curso de la justicia a través de medios ilícitos y corruptos. Las sanciones para este delito son especialmente severas, reflejando el daño amplificado que tales acciones organizadas pueden causar a la sociedad y al Estado de Derecho.

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