Carlos Ramón González, que en su momento fue líder estudiantil y posteriormente militante en el M-19, es en la actualidad el líder de la Dirección Nacional de Inteligencia.
Hoy está envuelto en las sombras de la polémica, particularmente, por su relación con el partido la Alianza Verde y las recientes acusaciones que rodean a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), y en la que lo mencionan.
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A lo largo de los años, González ha trazado un camino que lo llevó de ser un guerrillero a una figura clave en la política colombiana, transformando la Alianza Democrática M-19 en el partido que conocemos hoy. Su historial incluye un notable silencio sobre su manejo de asuntos políticos y sus decisiones detrás de escena.
Desde su entrada en el M-19 hasta su posición actual, González ha tenido una carrera variada, pasando por la ingeniería química, la política, y el derecho ambiental, y convirtiéndose en un empresario con un enfoque en la salud y las energías limpias.
Su paso por el Congreso, el Concejo de Bucaramanga, y su educación continua, destacan su compromiso con el desarrollo personal y profesional, enfocado en causas políticas y ambientales. La transformación de la Alianza Democrática M-19 en un partido político de centro, con un énfasis en temas ambientales, se atribuye en gran medida a su liderazgo y visión.
La formación del Partido Verde bajo su tutela marcó un momento significativo en la política colombiana, caracterizado por la ‘Ola Verde’ que desafió al entonces candidato Juan Manuel Santos en las elecciones de 2010.
A pesar de no ganar, el partido consolidó su presencia en el panorama político colombiano, adquiriendo personería jurídica como partido de mayorías.
La habilidad de González para formar alianzas y adaptarse a los cambios políticos ha sido evidente a través de su colaboración con figuras como Gustavo Petro y otros líderes alternativos, reforzando la posición del Partido Verde en el espectro político del país.
La presidencia de Petro llevó a González a un papel crucial dentro del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), donde su experiencia y conocimientos han sido de vital importancia para la gestión gubernamental.
Sin embargo, su tendencia al silencio y la discreción ha dejado muchas preguntas sin respuesta, especialmente en relación con la Ungrd y cómo su experiencia previa en política y manejo de partidos influencia su enfoque actual hacia los desafíos y críticas que enfrenta el gobierno.
Carlos Ramón González, bajo lupa por desvío de fondos en la Ungrd
En medio de las polémicas que azotan al partido Alianza Verde, Carlos Ramón González Merchán mantiene un notorio silencio. Actualmente al frente de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), González Merchán fue señalado como una figura clave dentro de esta organización, especialmente tras los recientes escándalos de corrupción que involucran a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).
A pesar de su posición de poder, no ha hecho declaraciones públicas sobre las acusaciones que lo relacionan, a él, y a importantes miembros de su partido con malversación de fondos y sobornos.
Antes de asumir la dirección de la DNI, González Merchán ocupó el cargo de director del Departamento Administrativo de la Presidencia, solo para ser reemplazado por Laura Sarabia en circunstancias poco claras. Su trayectoria incluye una significativa huella en la política, habiendo sido escolta de Jaime Bateman Cayón y forjando una cercanía con el actual presidente Gustavo Petro desde su época en la guerrilla.
Este hombre reservado, que proviene de Puente Nacional, Santander, ha sido un estratega político tras bambalinas, logrando alinear diversos intereses dentro del espectro político colombiano.
Las controversias surgen a raíz de alegaciones según las cuales, altos funcionarios como Sandra Ortiz, exconsejera para las Regiones, e Iván Name, presidente del Senado, estuvieron implicados en el manejo indebido de recursos destinados a la Ungrd y en supuestos intentos de soborno a congresistas.
Ortiz, allegada a Carlos Ramón González, fue mencionada como partícipe en el desvío de fondos, mientras que Name enfrenta acusaciones de haber recibido una suma millonaria para facilitar la aprobación de reformas sociales impulsadas por el gobierno. Ambos han respondido a estas acusaciones, negándolas rotundamente.
Este escándalo ha tenido repercusiones considerables, incluyendo la renuncia de personalidades destacadas como Antanas Mockus y Claudia López, figuras emblemáticas del Alianza Verde. González Merchán, a pesar de las crecientes críticas, ha optado por no pronunciarse, manteniendo una férrea lealtad hacia Petro. Su habilidad para navegar en las aguas turbulentas de la política colombiana es reconocida, especialmente por su capacidad para unificar a distintos líderes políticos en el pasado.