La implementación del nuevo modelo de atención en salud para el magisterio, liderado por el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag), ha sido un dolor de cabeza para los docentes, según las denuncias y quejas que ha recibido a tan solo una semana del despliegue de la transición.
Desde su lanzamiento el 1 de abril de 2024, se han reportado múltiples fallas que han afectado la prestación de servicios a los 818.960 afiliados, mientras las inquietudes e inconformidades entre los docentes y la opinión pública sobre la efectividad y eficiencia de este cambio estructural siguen en pie. De hecho, profesores de Fecode han publicados sus quejas en las redes sociales.
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Ante la situación, José Milton Guzmán, gerente de Fomag, ha defendido el proceso. Para el directivo no es una crisis. Según citó el medio económico La República, Guzmán considera que “como todas las transiciones, hay cambios, hay situaciones que se deben resolver, y nosotros tenemos una planeación estructural para ello. Tenemos un equipo de trabajo a nivel nacional y territorial y tenemos la responsabilidad de ir resolviendo cualquier situación que se presente porque para nosotros los principal es resolver los temas de salud”.
En ese sentido, dicha transición ha estado marcada por una serie de reuniones técnicas y deliberaciones entre el Ministerio de Salud y Protección Social, Fecode, y la Fiduprevisora, que resultó en el anuncio de una Red Nacional de Servicios de Salud.
Este esquema promete ampliar y mejorar el acceso de los docentes a servicios de salud integrales a lo largo del territorio colombiano, basándose en una nueva estructura con 32 coordinaciones departamentales y nodos regionales.
Sin embargo, a pesar de las intenciones y la estructura diseñada, el sistema ha enfrentado críticas por parte de usuarios y expertos.
Por ejemplo, se conoce el testimonio de la docente y sindicalista Maria Antonia Caro, que afirmó en redes que “soy profesora y les cuento que el caos con el nuevo modelo de salud del Fomag es gravísimo. No hay medicamentos, no hay atención para pacientes crónicos, no hay citas y nadie responde. ¿Ah? Fecode debe exigirle al Gobierno acciones prontas, es la vida la que está en juego. ¡La vida!”, denunció, citada por el mismo medio.
La respuesta a estas situaciones por parte de la gerencia del Fomag es que tienen un punto de atención “que funciona desde el martes pasado (30 de abril). Y hasta hoy, ha tenido una mejora, ya que el martes pasado empezó con una presión muy fuerte, que colapsaba incluso por momentos, a lo que pasa hoy es que ha disminuido, porque hemos resuelto situaciones”, afirmó.
Un análisis del complejo panorama del Fomag
Como informó el portal informativo, Javier Garay, investigador de la Universidad Externado, señaló que este tipo eventualidades como las que alegan los docentes es “una antesala de todos los cambios que pretende hacer el Gobierno, que son abruptos. En cualquier sistema se generan este tipo de traumatismos, pero la duración de las dificultades depende de dos factores: uno, la improvisación. El Gobierno tiene unas concepciones muy específicas sobre cómo deben funcionar las cosas, en este caso, es la centralización, por ejemplo en el caso de la Fiduprevisora, que adquirió muchas más funciones, de recurso humano, organizacionales, y tecnológicas y eso dificulta cualquier capacidad de gestión”, especificó.
Pero también destacó que otro factor es que todo parece indicar que “el Gobierno no escucha sino solamente aquellos que están en su círculo cercano, que son los que toman las decisiones. Hubo prevenciones de expertos, de sindicatos de la Procuraduría, pero aún así lo hicieron”.