Dos miembros de la Policía Nacional, entre ellos un mayor de la institución, enfrentan acciones judiciales por presunto acoso sexual a por lo menos siete de sus subordinadas en el departamento de Cundinamarca, en hechos ocurridos entre los años 2023 y 2024.
Una fiscal de la Seccional Cundinamarca les formuló cargos por el delito de acoso sexual a los dos policías, cargos que ambos rechazaron.
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Según un informe divulgado por la Fiscalía General de la Nación, uno de los policías implicados es el mayor Jhonier Cardona Ramírez, a quien cinco agentes acusaron de haberles realizado “tocamientos abusivos y propuestas indecentes, aprovechándose de su cargo como comandante del distrito de Ubaté, Cundinamarca”.
Los indicios sugieren que, aparentemente, el uniformado se ofrecía a llevar a las funcionarias en un vehículo oficial hasta sus hogares y durante el trayecto las sometía a agresiones sexuales, según indica el informe.
El otro caso fue reportado en la estación de Policía de Fúquene, también en Cundinamarca, donde el subintendente Luis Darío Niño Alfonso, en su rol como comandante, se vio involucrado.
Al respecto, dos mujeres de la Policía denunciaron que el agente no solo las acosó sexualmente, sino que también las habría amenazado con trasladarlas a otras unidades policiales.
De acuerdo con el Plan de Atención Integral para las mujeres en la Policía Nacional víctimas de violencia sexual, se debe garantizar un tratamiento adecuado que evite la revictimización. Esto implica que las mujeres sean atendidas por personal de Gestión Humana o Bienestar. El cuarto paso del plan insta a comunicar el caso a la Fiscalía General, tal como lo hicieron las uniformadas que denunciaron.
De acuerdo con el artículo 210 del Código Penal, el acoso sexual es un delito que aplica para quien se aproveche de su superioridad o de relaciones de autoridad o poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica para acosar, perseguir u hostigar física o verbalmente a otra persona con fines sexuales no consentidos. La sanción es una pena de prisión de entre uno y tres años.
Otros testimonios de acoso al interior de la Policía Nacional
Una oficial de la Policía Nacional de Colombia relató al medio Plaza Capital una experiencia similar. Según contó la mujer, cuando la trasladaron a prestar servicio en la cárcel de Cundinamarca se encontró con un caso de acoso en su contra: “Desde que llegué el tipo se obsesionó conmigo. Yo siempre le ponía la raya hasta que llegó el día en el que trató de pasarse, de cogerme a la fuerza”, narró la uniformada.
Entonces, la mujer lo enfrentó, pero las represalias no tardaron en llegar. El capitán la relegó a un puesto en la garita, un lugar poco deseado, con jornadas laborales extenuantes de 12 horas, mientras que sus compañeros cumplían turnos de ocho horas. “Como no le hice caso, me la montó”, afirmó la mujer.
De hecho, la uniformada contó al medio referido que, cuando el capitán notó que se relacionaba con otros compañeros, la envió a trabajar a un lugar aún más aislado y comenzó una campaña de difamación en su contra. “Estuve a punto de retirarme por eso, no veía una solución”, confesó la oficial de Policía.
Gracias al apoyo de un coronel con quien trabajaba anteriormente, la mujer logró ser reinstalada a su lugar de trabajo original. Pero, según cuenta, su caso no fue el único, pues varias compañeras emitieron quejas de acoso por parte del mismo comandante.
“Aun así, nunca pasó nada. Ese capitán llegó a coronel y se retiró como coronel. También sé de compañeras que las han acosado de forma terrible, pero esas cosas siempre se quedan allá dentro”, concluyó la mujer.