Las 1280 Almas siguen el ejemplo de Taylor Swift y regraban clásico álbum

Luego de celebrar 30 años de carrera en 2022, la agrupación 1280 Almas sigue activa, brindando presentaciones en vivo con regularidad y ahora afronta un particular proyecto que implica un enorme desafío para el emblemático grupo bogotano de rock fusión: reimaginar uno de sus álbumes clásicos.

Es así que la agrupación encabezada por Fernando del Castillo anunció el lanzamiento de La 22 Rebelde, que marca el inicio de una serie de grabaciones “rebeldes” que publicará el sexteto de manera independiente. Grabado en los estudios La Coneja Ciega, contó con el apoyo de Sonidos La Condesa, el proyecto curatorial que de este modo inaugura su catálogo de colaboraciones con artistas nacionales para que puedan producir ediciones físicas de sus discos, como parte de varias iniciativas que buscan abrir espacios para la apreciación del talento y valor de las músicas de Colombia.

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La 22 Rebelde se plasmó en vinilo de 45 rpm, y cuenta con las facilidades tecnológicas que brinda un estudio de grabación en la actualidad, “pero sin alteraciones digitales ni autotune” y que refleja la experiencia acumulada por el grupo desde los años 90 hasta hoy. El lanzamiento oficial de esta producción será el próximo 7 de junio en el teatro Libre de Chapinero. La entrada costará $50.000 pesos, mientras que el vinilo –que de momento se venderá exclusivamente a quienes asistan al lanzamiento, costará $250.000.

En ese sentido, La 22 Rebelde mantiene cierto paralelismo con los esfuerzos que viene adelantando Taylor Swift con sus Taylor’s Version, que consiste en la regrabación de sus seis primeros álbumes de estudio –de los cuales ya se lanzaron cuatro– tras la sonada disputa por los másteres de dichas grabaciones con su anterior sello, Big Machine Records en 2019.

La diferencia entre el caso de la norteamericana y el de las 1280 Almas es que mientras Swift hizo las regrabaciones de manera completamente fiel a la original, el objetivo de los bogotanos era darle un cierre a las grabaciones que no le pudieran dar antes por las limitaciones tecnológicas de su tiempo.

“Para nosotros es como si por fin hubiéramos terminado La 22. Cuando lo hicimos, no sabíamos que iba a ser un disco tan trascendental, pero cuando la gente nos habla de él nos queda claro que para muchos hace parte de banda sonora esencial de Bogotá”, expresó en la comunicación Juan Carlos Rojas, bajista y encargado de coordinar esta nueva grabación

El propio músico adelantó para Infobae Colombia que “la idea es sacar en acetato toda la colección de las Almas”. De igual modo, reveló que tras culminar la grabación de La 22 Rebelde, “el proyecto que viene más inmediato es la remasterización de Háblame de Horror”, su álbum debut de 1992.

A lo largo de su carrera, 1280 Almas ha lanzado ocho álbumes de estudio en los que a través de sus retratos de la Bogotá más popular y la Colombia azotada por la violencia que aún así se niega a perder su alegría, los terminaron por convertir en referentes del rock colombiano durante los años 90 y hasta hoy.

Con su debut Háblame de horror (1992) marcaron la pauta del sonido que les definió a partir de entonces. Su impacto inicial llevó a que firmaran contrato con Culebra, subsidiaria del sello BMG con la que lanzaron Aquí vamos otra vez (1994), La 22 (1996) y Changoman (1998).

La 22 tomó su nombre de unas cabinas insonorizadas ubicadas en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, en la calle 22 con carrera Séptima. Ese lugar fue su ensayadero, y allí crearon todas las canciones que acabaron publicadas en dichos álbumes, entre 1994 y 1998. La portada del álbum resultó impactante en su día, debido a que tomó fotografías del Bogotazo, a cargo de Leo Matiz, referente de la fotografía en Colombia y América Latina. De La 22 se desprendieron clásicos de las Almas como Marinero, El Platanal o Dulce Juana – adaptación en español de Sweet Jane de The Velvet Underground –.

Pero pese a ese apoyo en pleno furor del rock en español a nivel continental por parte de BMG, no tardaron en separar caminos una vez finalizó su contrato. Eso llevó a que durante el nuevo siglo optaran por la autogestión, lo que derivó con el tiempo en este proyecto con el que “encuentran un camino para recobrar el uso de su obra musical, independizándose una vez más de sus compromisos pasados, con un fonograma nuevo que representa realmente el sentir de la banda”, según manifestaron en comunicado.