La tranquilidad de los habitantes de La Argentina y La Plata, en el departamento de Huila, se ha visto perturbada por las intimidaciones hechas por las disidencias de las Farc, que impusieron un toque de queda en estos municipios, que suman una población total de 94.000 habitantes. Las advertencias han sido difundidas principalmente entre campesinos, amas de casa y comerciantes mediante mensajes de audio, en el que reiteran restricciones de movilidad nocturna.
De acuerdo con los audios, que fueron divulgados de forma estratégica para generar temor entre la población, nadie podrá salir a las calles de estas poblaciones a partir de las 7:00 p. m. En ellos también se impartieron órdenes concretas que afectan actividades comerciales y comunitarias en estos cascos urbanos, de acuerdo con la reseña de El Tiempo sobre el particular, que expuso este grave caso de afectación a la movilidad de las personas.
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Este grupo armado, liderado por alias Jhonier Martínez del bloque Jaime Martínez del Estado Mayor Central, es el responsable de prohibirle a los moradores desplazarse con libertad por las calles. La imposición afecta directamente al esquema de vida y orden social en áreas específicas, tales como Belén Gallego y Villa Losada, así como en diversas veredas y corregimientos de la región, según quedó expresado en los audios que se dieron a conocer entre la población.
“Un sujeto de nombre Jhonier Martínez ordena un toque de queda especialmente en los centros poblados de Belén Gállego y Villa Losada, así como en algunas veredas y corregimientos de esta región”, indicaron habitantes de La Plata, que se han visto afectados por extorsiones y homicidios, de acuerdo con el citado medio de comunicación. La situación no deja de ser angustiante, pues incluso en Neiva a diario se están registrando ataques a comercios y población civil.
El EMC y su ofensiva criminal en el Huila
Este nuevo hecho se suma a una serie de actos de violencia que incluyen extorsiones y homicidios, presuntamente orquestados por los mismos grupos en conflicto durante el curso del año. En respuesta a esta situación de emergencia, la Sexta Brigada del ejército ha intensificado sus esfuerzos para reforzar la seguridad en las zonas limítrofes con Cauca, Caquetá y Tolima, con el objetivo de mitigar el impacto de las acciones violentas y las extorsiones.
De igual manera, Edgar Martín Lara, secretario de Gobierno del Huila, informó sobre la presencia activa de fuerzas militares y policíacas en las áreas afectadas con el fin de contrarrestar las amenazas e intimidaciones reportadas por los residentes. Pese a que se conoce la presencia de los subversivos, de parte del Gobierno nacional no se habrían tomado, hasta el momento, medidas efectivas para contener el accionar de estas fuerzas armadas irregulares.
Y es que las acciones anunciadas por las disidencias incluyen restricciones específicas tales como el cierre obligatorio de discotecas antes de medianoche; además de prohibiciones de circulación en horas nocturnas y la exigencia de que adolescentes de 15 años contribuyan en labores comunitarias enfocadas en la mejora de infraestructura vial local. “No queremos ver vagos”, se indicó por parte de los disidentes que actúan en estas poblaciones del departamento.
Estas acciones, como era de esperarse, han generado un ambiente de temor y una serie de alteraciones en la dinámica de las comunidades afectadas, con lo que quedaría en evidencia, una vez más, los desafíos de seguridad y convivencia que enfrenta la región en medio de conflictos armados internos. Sobre todo, en una región del país golpeada por el accionar de las estructuras criminales, pues además actúan bandas delincuenciales en las zonas urbanas.