Barranquilla se deleita con cocina tradicional en el festival ‘Sabor bajero’, prográmese

El domingo 5 de mayo, la comunidad de Barrio Abajo en Barranquilla será anfitriona de la novena edición del festival gastronómico “Sabor Bajero”, un evento que se ha convertido en un emblema cultural de la región, celebrando la diversidad y riqueza de la cocina del caribe colombiano.

Desde las 8:00 a. m. hasta las 5:00 p. m., la Vía 40 con 54, justo debajo del puente La María, se transformará en el corazón culinario de la ciudad, ofreciendo una amplia gama de platos que son pilares de la cocina caribeña como el sancocho, una diversidad de arroces, dulces típicos y una variedad de fritos como la arepa de huevo, carimañola, papa rellena y kibbe, entre otros.

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Estas recetas, que forman parte fundamental de la tradición local, serán compartidas en un ambiente festivo, ideal para la celebración del mes de las madres. El festival no solo es un escaparate de delicias culinarias; también se ha programado un conjunto de actividades de integración, muestras culturales y acompañamiento musical para enriquecer la experiencia de los asistentes.

“Sabor Bajero” surgió como parte del programa ‘Familias Emprendedoras’ impulsado por la empresa Alianza Team y la Alcaldía de Barranquilla y, con el pasar de los años ha logrado, no solo sobrevivir sino prosperar, convirtiéndose en una cita imperdible desde su primera edición en 2022.

El evento ha desempeñado un papel crucial en la promoción y vitalización de los emprendimientos locales, fortaleciendo la economía del Barrio Abajo y contribuyendo al desarrollo comunitario a través de la gastronomía. Más de 30 matronas, pilares de este festival, ofrecerán sus productos como una celebración de la gastronomía tradicional y como medio de sustento para sus familias.

El programa ‘Familias Emprendedoras’ ha sido un trampolín para numerosos emprendimientos familiares que han enriquecido la oferta culinaria de la región con productos destacados por su calidad y autenticidad.

La receptividad del público ha sido considerable, con anteriores ediciones reportando más de 25.000 asistentes, ventas de más de 19.900 platos y ganancias que superan los 87 millones de pesos para las participantes. Este impacto positivo no solo es el reflejo de el creciente apetito de los ciudadanos por redescubrir y celebrar su patrimonio culinario, sino que también demuestra el valor de estos emprendimientos en la preservación de la cultura gastronómica tradicional y como fuente vital de ingresos para muchas familias en Barranquilla.

Este domingo, “Sabor Bajero” promete ser una vez más, el punto de encuentro para aquellos que buscan deleitarse con el sabor auténtico del caribe colombiano, en un ambiente que celebra la cultura, la comunidad y el espíritu emprendedor de Barrio Abajo.

La Alcaldía de Barranquilla invita a apoyar la economía local con la asistencia al festival gastronómico y resaltó las ventajas que esto puede traer. Destacó que estas iniciativas no solo fomentan el reconocimiento de la cultura y tradiciones culinarias propias de una región, también impulsan el crecimiento económico y social de la misma.

Al centrarse en productos y emprendimientos locales, eventos como el festival gastronómico “Sabor Bajero” en Barrio Abajo, Barranquilla, contribuyen directamente al sustento de las familias y pequeños empresarios de la zona. Al promover la gastronomía tradicional, no solo se preserva el patrimonio cultural, sino que también se abre un espacio para la innovación y el desarrollo de nuevas propuestas gastronómicas que atraigan tanto a la población local como a visitantes.

Desde un punto de vista social, actividades como estas fomentan la integración y cohesión comunitaria. Los eventos públicos crean entornos de encuentro donde los miembros de la comunidad pueden compartir experiencias y fortalecer lazos, promoviendo así un sentido de pertenencia e identidad colectiva.

En términos de desarrollo turístico, la promoción de la gastronomía local atrae a visitantes, incrementando el turismo y ofreciendo una nueva fuente de ingresos para la región. Los visitantes no solo gastan en alimentos, sino también en alojamiento, transporte y otros servicios, ampliando los beneficios económicos más allá del sector gastronómico.

Asimismo, estos eventos educan tanto a locales como a foráneos sobre la diversidad culinaria de la región, incentivando el respeto y la valoración hacia las tradiciones y la cultura local. La educación en este sentido puede motivar prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, al priorizar productos frescos y de proximidad.