El ‘Rey de la cocaína’, asesinado en Barranquilla, lavaba dinero a través de reconocidos gimnasios

La expareja y el hijo del criminal estuvieron involucrados en una estructura de blanqueo de fondos a través de gimnasios en la capital atlanticense

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El Rey de la Cocaína
El Rey de la Cocaína fue asesinado en el centro de Barranquilla - crédito Policía

En la tarde del 30 de abril asesinaron en Barranquilla a John Jairo Betancourt Soler, de 55 años, conocido en el mundo delincuencial como el Rey de la cocaína, un peligroso narco que integraba la red criminal de los Gomelos, a través de la cual distribuía drogas en las universidades y gimnasios de Barranquilla.

Aunque inicialmente no se vinculó al criminal con la red, años

, la cual fue señalada de distribuir droga en los centros de entrenamiento y de lavar dinero del narcotráfico en esos establecimientos.

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Infobae Colombia pudo conocer que en diciembre de 2019, antes de que cayera el Rey de la cocaína, fue desarticulada la estructura delincuencial de los gomelos, integrada por una modelo fitness de Instagram Graciela del Carmen Fernández Silvera, alias Eli, de 39 años, que fue la esposa de Betancourt Soler.

Así mismo, fue capturado un joven de 20 años identificado como Jhon Mesac Betancourt Fernández, alias Jhon, al que señalaron como hijo de la modelo y del Rey de la cocaína.

Alias Ela fue señalada de
Alias Ela fue señalada de ser la expareja del Rey de la cocaína - crédito redes sociales

Las autoridades indicaron que la red criminal no solo se dedicaba a vender cocaína, sino que también distribuía drogas sintéticas como éxtasis y 2CB, tussi o cocaína rosada, principalmente en los gimnasios, donde la escondían en tarros de suplementos, y en entornos en los que se movían jóvenes barranquilleros de altos recursos económicos.

“La droga sintética es de alta calidad con el sello ‘Maseratti’, era traída desde Holanda por su principal cabecilla y era camuflada en frascos de una proteína llamada ‘Animal Pat”, indicaron las autoridades en su momento.

Jhon Betancourt, hijo, era el encargado de coordinar la recolección del dinero de la venta de ‘suplementos’, que eran distribuidos por Liliana Pérez, Pedro Zuchini y Pablo Barrios, jóvenes que llevaban la droga a domicilio.

Además de vender la droga en los gimnasios, que servían de fachada para lavar dinero, los gomelos también vendían la droga dentro de fiestas electrónicas, a donde asistían modelos fitness, que se encargaban de captar potenciales clientes y entregárselos a los distribuidores de la estructura criminal.

Graciela del Carmen Fernández Silvera,
Graciela del Carmen Fernández Silvera, era conocida como 'Ela' y dditribuía la droga en gimnasios - crédito redes sociales

Además de la modelo fitness y el joven de 20 años, con la estructura delincuencial fueron detenidos Luis Adrián Arias Miranda, de 36; Liliana María Pérez De Moya, de 52 años; Pablo Andres Bardios Naissir, de 35; Alcira Esther Villalba Lineros, de 54; José Salvador Polo Díaz, de 39; David Ojeda Blanco, de 59; y notificado en centro carcelario Pedro Ajvoer Echeverría.

Según las autoridades, la red criminal de los Gomelos tenía cerca de 19 años operando en Barranquilla, hasta donde llegaba la droga sintética desde países europeos y uno de los enlaces habría sido el Rey de la cocaína.

Rey de la cocaína fue
Rey de la cocaína fue asesinado en su carro - crédito redes sociales / x

Un año después de la detención de la mayoría de integrantes de los Gomelos, fue detenido quien sería uno de sus principales cabecillas: John Jairo Betancourt Soler, que cayó en Barranquilla en 2020 durante una operación policial motivada por una circular azul de la Interpol.

Las autoridades indicaron que Betancourt Soler tenía un extenso historial delictivo y enfrentaba cargos por numerosos crímenes, tales como concierto para delinquir relacionado con narcotráfico, tráfico, fabricación o porte de drogas, involucramiento de menores en actividades delictivas y uso indebido de propiedades inmuebles.

Sin embargo, el Rey de la cocaína no logró pagar por lo crímenes de los que se le acusaron, puesto que solo cuatro años después de su captura fue asesinado de siete tiros mientras se movilizaba en su carro en en el sector Barlovento, en el centro de Barranquilla, el 30 de abril de 2024.

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