39 días después del suceso que conmocionó a Colombia y al mundo, los cuatro hermanos que se encontraban a bordo de una avioneta accidentada en la densa selva del departamento del Caquetá fueron hallados con vida el 9 de junio de 2023. Este acontecimiento generó una oleada de sorpresa y alivio entre las autoridades, las Fuerzas Militares, los habitantes indígenas locales y la opinión pública en general.
Por lo que a casi un año de su encuentro, se revelaron los detalles de esta tragedia, incluidas las razones detrás de la caída de la avioneta, así como la forma en que los hermanos lograron sobrevivir. También se hizo público el conocimiento sobre las intensas labores de búsqueda llevadas a cabo por las autoridades y sus familiares mientras los hermanos estaban perdidos en la selva.
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El 15 de mayo de 2023, catorce días después del accidente, la aeronave fue hallada, lo que evidenció así la posibilidad de que los ocupantes, especialmente los menores de edad, hubieran sobrevivido al impacto. Tres días después, el 18 de mayo, los cuerpos sin vida de los tres adultos que acompañaban a los hermanos fueron rescatados, entre ellos el de la madre de los menores, con esto se daba la confirmación de la magnitud del suceso y la necesidad de encontrar a los niños con vida.
Se trataba de Lesly Jacobombaire Mucutuy, de 13 años; Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9 y Tien Noriel Ranoque Mucutuy, de 4; Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de un año, edades que tenían al momento de ser encontrados por el quipo de búsqueda.
Ante esta emergencia, las Fuerzas Militares dieron inicio a la Operación Esperanza, con el objetivo de encontrar a los menores, estrategia que se mantuvo en curso durante todo este tiempo, con un despliegue de recursos significativos por parte de las autoridades colombianas. Fue una búsqueda intensa y meticulosa que finalmente dio sus frutos el 9 de junio de 2023, cuando los cuatro menores fueron encontrados a 3,9 km al este del lugar del accidente.
Así fue el impacto de la avioneta en la selva del Guaviare
El informe provisional presentado por la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes de Colombia un año después del siniestro ofrece detalles cruciales sobre cómo ocurrió el accidente. Según el reporte, durante el aterrizaje de emergencia, la aeronave impactó inicialmente contra los árboles a una altura de aproximadamente 50 metros. Este primer impacto provocó el desprendimiento del motor de la planta motriz principal de la avioneta.
Las investigaciones y los hallazgos recopilados durante la búsqueda indican que la avioneta descendió en picada vertical y luego colisionó frontalmente contra el terreno de la selva. Esta maniobra de emergencia resultó en daños considerables en la aeronave y causó lesiones mortales a tres de los ocupantes adultos.
Por otro lado, los cuatro ocupantes menores de edad, que eran hermanos entre sí, sufrieron lesiones menores en el accidente. Tres de ellos lograron evacuar la aeronave por sus propios medios, mientras que uno de los niños, que aún era un bebé, fue rescatado por sus hermanos. Dos días después del accidente, los cuatro menores abandonaron el lugar del suceso.
La sección de cabina principal sufrió la mayor afectación, con una alta disipación de energía durante los impactos contra los árboles y el terreno. Se confirmó que la aeronave disponía de seis sillas con sus respectivos sistemas de sujeción. Los controles de la cabina de mando estaban configurados con potencia al máximo, paso adelante al máximo, mezcla rica al 100% y flaps desplegados a 30 grados.
Los sistemas de control en dirección, alabeo y cabeceo no presentaban daños significativos, al igual que los flaps que se encontraban en posición desplegada de 30 grados. El motor se encontró separado de los restos principales de la aeronave, con daños en el cárter inferior de aceite y en la parte trasera izquierda.
¿Los niños encontraron los kits de supervivencia?: esto señalaron
Después de un accidente aéreo en la densa selva, cuatro menores enfrentaron una lucha épica por la supervivencia durante 39 días. La decisión de abandonar el sitio del accidente llegó tras dos días de espera. Con las provisiones agotadas, la mayor de los Mucutuy, decidió dirigirse hacia el río Apaporis en busca de agua y alimentos. Sin embargo, su desplazamiento se vio gravemente limitado por una lesión en la pierna izquierda, lo que la obligó a avanzar de rodillas, cargando además a un bebé.
La pesca se convirtió en su principal fuente de alimento, aunque la imposibilidad de encender fuego los llevó a consumir peces crudos solo una vez. Durante su travesía, se alimentaron principalmente de semillas de una palma local conocida como “mil pesos”. El retorno no planeado al lugar del accidente prolongó su odisea, pero les permitió reabastecerse de prendas de vestir y reparar las heridas causadas por el desplazamiento.
La constante lluvia y la humedad del terreno añadieron dificultades, lo que hizo que la ropa se tornara pesada y fangosa. Incluso el más pequeño del grupo, un niño de cuatro años, decidió despojarse de sus zapatos ante la dificultad de avanzar con ellos. A esto se sumó una enfermedad respiratoria que afectó al bebé.
A pesar de los esfuerzos de búsqueda, los sobrevivientes no lograron establecer contacto visual con los equipos de rescate debido a la densa vegetación. Los encuentros con la fauna local, incluyendo tapires, serpientes y una tortuga, destacan la riqueza y la diversidad del entorno.