Paula Andrea Betancur recordó su etapa como reina de belleza: “No era mi sueño”

La historia del Concurso Nacional de Belleza estuvo marcada por su papel como uno de los hechos que paralizaba a Colombia, al nivel de los partidos de la selección Colombia o el seguimiento a los ciclistas que participaban de las Grandes Vueltas europeas. Cada año en Cartagena el certamen reunía a las mujeres más bellas de Colombia y de allí se elegía a la que representaría al país en Miss Universo.

Durante los años 90, en particular, el país se volvió un animador constante de Miss Universo por cuenta de las actuaciones destacadas de las señoritas Colombia en la primera mitad de la década. Primero fue Lizeth Mahecha, en 1990, con su tercer lugar, a la que le siguieron tres virreinatos consecutivos: Paola Turbay, Paula Andrea Betancur y Carolina Gómez, entre 1992 y 1994.

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La antioqueña asistió a la edición de 1993 celebrada en el Auditorio Nacional de Ciudad de México, pero a pesar de su gran desempeño, debió conformarse con el virreinato luego de que los jueces eligieran a la puertorriqueña Deyanara Torres como la nueva Miss Universo. Pero, para Paula Andrea, es algo que todavía hoy le cuesta asimilar.

La modelo y empresaria recordó el momento que la catapultó al primer plano de popularidad en Colombia durante su paso por el pódcast Vos Podés. Allí sorprendió al manifestar que, a diferencia de otras mujeres que sueñan con estar en la pasarela, ella no tenía entre sus planes ser reina de belleza.

“Yo nunca dimensioné estar ahí, donde llegué, porque no fue un sueño como para muchas otras”, indicó. “Es un peso que llevo toda la vida. Sí, fue algo muy lindo porque gracias a todo lo que logré, que nunca soñé y esperé, es que me convertí en lo que soy. Pero es un peso porque la gente cree que uno no envejece”, señaló con algo de humor, haciendo referencia a los comentarios que suele recibir en redes sociales por su cambio físico en los últimos años.

Paula Andrea explicó que nunca se había planteado convertirse en reina de belleza debido a que en su niñez no era muy agraciada físicamente. “Nunca crecí siendo linda. Tenía gafitas, entonces en el momento me la montaban, se burlaban de uno y todo. Y como era dulce para los piojos, mi mamá me mantenía de pelo cortico (...) Entonces yo era siempre con honguito, gafas y flaca”, recordó. Incluso señaló que su papá en ese periodo le tenía sobrenombres por su complexión. “Me decía perro viejo, langaruta, piernas locas… tenía todos los apodos porque era re flaca”, reconoció.

La situación cambió cuando Jaime Arango, preparador de reinas, la vio caminando por la calle. “Me vio hablar y me dijo ‘tú tienes sonrisa de Miss Universo’ y yo ¿Qué? Está loco’. Tenía como 14 años”. Pero, a pesar de su incredulidad y ante la insistencia del preparador, Paula Andrea se fue sumando a los certámenes de belleza, pero “más por complacerlo” que por convicción propia. “Yo nunca dije no, pero, pues porque tampoco creía que iba a quedar”, afirmó.

La insistencia de Jaime dio sus frutos, pese a que no consiguió que Paula Andrea representara a Antioquia. “Me llamó un día y me dijo ‘Por Antioquia no se pudo ¿Por el Amazonas qué opinas? Le dije ‘Ah bueno’”, recordó, explicando que en ese momento no había restricciones para las concursantes que no eran originarias de los departamentos.

Luego, al llegar a Cartagena, se sintió en desventaja. “Era un montón de mujeres divinas, Kathy Sáenz… todas divinas. Yo tenía todo empacado para devolverme a Medellín al otro día (...) me tocó desempacar”, recordó.

Sobre su etapa como reina de belleza, Betancur reflexionó sobre la importancia de los reinados durante la época en que alcanzó el virreinato, y desde incluso antes. “Es indiscutible que Colombia es un país de reinas. Si me devuelvo años atrás, yo me acuerdo que eso era el plan de mi casa, con mi abuelo tomando notas, puntaje, favoritas… uno se paraba con el Miss Colombia o el Miss Universo. El país se paralizaba, vivíamos en son de las reinas”, remarcó.

Además, se mostró orgullosa de formar parte de la historia de los reinados. “Fuera de que no lo esperé, hago parte de esa historia, porque si algo anhelaba Colombia era tener una Miss Universo. Una tras otra fuimos, muy seguido, y marcó la historia del Concurso Nacional de Belleza para Colombia”, dijo.