En el transcurso del 2023, el sector minero y energético de Colombia se consolidó como líder en la captación de inversión extranjera directa (IED), representando el 34.3% del total recibido por el país, que ascendió a 17.446 millones de dólares (USD).
Esta cifra, revelada por el Banco de la República, subraya el impacto significativo de dichos sectores, sumando un total de 5.993 millones de USD solo en actividades relacionadas con el petróleo y la explotación de minas y canteras. Esta proporción no solo supera el tercio del total de la inversión extranjera, sino que además, marca un notable incremento respecto al año 2022, cuando la participación fue de 23.6%.
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La inversión extranjera directa en Colombia, especialmente en las áreas de extracción de oro y cobre, se ha visto fuertemente influenciada por los precios récord de estos commodities en los mercados internacionales.
Según Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Nacional de Minería, estas condiciones de mercado han disparado las ventas y utilidades de las compañías operando en el país, llevando a un aumento correspondiente en el pago de impuestos y regalías.
“Eso es producto de una realidad fiscal, las compañías han tenido un periodo de precios muy buenos, eso significa que están pagando más impuestos. Ese dinero que ingresa para pagar los impuestos mayores es para estos pagos”, apuntó.
Por otra parte añadió que “es verdad que el sector minero recibió la mayor proporción de IED, pero lamentablemente, no se destina a nuevos proyectos”.
A pesar de esta entrada significativa de divisas, se registra una preocupante caída en la actividad exploratoria dentro del sector petrolero, marcada por una reducción en la exploración sísmica y el uso de taladros. Este declive en la búsqueda de nuevos yacimientos pone de manifiesto la dependencia de la industria en los altos precios del petróleo, que aún se mantiene sobre los 80 dólares por barril, generando altas regalías y utilidades. La cotización del petróleo por encima de los 80 USD ha sido un factor crítico para sostener el flujo económico del sector, aunque no necesariamente se traduzca en un aumento de la inversión productiva.
La entrada de inversión en 2023, sustancialmente mayor a la reportada al cierre de 2022 por 2.101 millones de USD más en el sector específico de la minería, sugiere una tendencia que podría mantenerse durante el 2024 si los precios de los commodities continúan en alza.
“Las decisiones políticas relativas al sector pueden tener un impacto significativo en la atracción de divisas para el desarrollo de nuevos proyectos”, afirmó Nariño, sugiriendo que el entorno actual de precios altos podría obscurecer la realidad respecto a la inversión efectiva en el territorio.
Por otra parte, el sector petrolero en Colombia cerró el año 2023 con una caída del 5,7% en comparación con el 2022, según declaraciones de Nelson Castañeda, presidente de Campetrol. Este contraste se observa frente al crecimiento registrado por la minería, sector que experimentó cifras récord. La diferencia entre ambos sectores evidencia los desafíos y las oportunidades que enfrentan frente a la coyuntura económica y regulatoria actual.
La minería, por su parte, ha alcanzado ingresos históricos. Según datos de la Agencia Nacional de Minería (ANM), durante 2023 se superaron los 9,19 billones, superando las expectativas del Congreso de la Republica, que había aprobado un presupuesto de inversión de regalías de 31,3 billones para el bienio 2023- 2024.
Por otro lado, Carlos Leal, presidente de la junta directiva de Acipet, señaló que el sector petrolero está enfocando sus recursos en la exploración de la provincia gasífera costa afuera, una actividad más intensiva en capital que la explotación terrestre. Sin embargo, el informe más reciente de Campetrol indica que la actividad de taladros, tanto de exploración como de desarrollo, es la más baja desde junio de 2021, lo que refleja los retos que enfrenta el sector.
La reforma tributaria implementada por el gobierno de Gustavo Petro ha generado un impacto significativo en el sector petrolero, incrementando la carga impositiva y, como resultado, los niveles de inversión se han ajustado para cubrir este mayor gasto, de acuerdo con Castañeda. “Ante la caída en la actividad, los niveles de inversión se corresponden en un importante porcentaje con la llegada de divisas para cubrir la mayor carga impositiva”, explicó.
El director de investigaciones económicas de Corficolombiana, César Pabón, destacó que, a pesar de la estabilidad actual en los datos de producción, es crucial comprender mejor la dinámica de la inversión extranjera directa en el sector, cuyos efectos se esperan en un horizonte de cinco años.
Pabón subrayó la importancia de prestar atención a la evolución futura de estos indicadores: “A pesar de la incertidumbre política, la industria no responde tan rápido; la preocupación la tendremos en cinco años”, haciendo énfasis en la necesidad de una visión a largo plazo para evaluar el impacto de las políticas actuales.
Hasta julio de 2023, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) reportó que el recaudo en el sector petrolero alcanzó los $5,59 billones, cifra que contrasta con los resultados extraordinarios de la minería, pero que refleja la complejidad del contexto económico y regulatorio que enfrentan estas industrias clave para la economía colombiana.