El presidente Gustavo Petro se unió a las multitudes congregadas en la Plaza de Bolívar de Bogotá el 1 de mayo, con motivo del Día Internacional del Trabajador. Su presencia fue marcada por un discurso enérgico y comprometido, donde abordó una serie de temas que van desde las reformas laborales hasta asuntos internacionales de gran relevancia.
Al tomar la palabra frente a la multitud, Petro expresó su agradecimiento y reconocimiento a todos los presentes, al destacar la magnitud de las manifestaciones que se desarrollaban no solo en Bogotá, sino también en más de 60 ciudades a lo largo y ancho del país. En sus palabras, el presidente resaltó el apoyo a las luchas sociales y a las reformas democráticas y progresistas que su gobierno promueve, reflejando así un respaldo masivo hacia la visión de cambio que propone su administración.
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Uno de los temas centrales abordados por el presidente fue la situación en Palestina, al denunciar los actos de violencia y genocidio perpetrados por el Estado de Israel. Anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con dicho país, enfatizando su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la justicia internacional.
Petro también aprovechó la ocasión para reflexionar sobre el momento histórico que atraviesa Colombia, al destacar la diversidad de opiniones y perspectivas presentes en la sociedad. Hizo referencia a declaraciones de expresidentes y líderes políticos que representan una visión opuesta a la que él defiende, señalando la necesidad de analizar y comprender los diferentes discursos que moldean el panorama político del país.
En cuanto a las reformas laborales propuestas por su Gobierno, el presidente fue contundente al rechazar las políticas neoliberales que promueven la precarización del trabajo y la reducción de salarios en aras de supuestas mejoras en el empleo. Desmontó la falacia de que la explotación y la indignidad laboral sean sinónimos de desarrollo económico, argumentando con base en datos de organismos internacionales que muestran la ineficacia de estas medidas en países como Colombia.
“Nos interesa que haya una reforma laboral, y que haya una reforma la salud, y que haya una reforma a las pensiones, y que podamos reformar los servicios públicos y que podamos reformar los títulos mineros para que el pequeño minero tenga un papel con el cual defenderse nos interesa que las universidades se abran a la democracia estudiantil”, señaló Petro.
En este sentido, Petro defendió la necesidad de una reforma laboral que garantice condiciones dignas para los trabajadores y trabajadoras, haciendo un llamado a poner fin a la explotación y la injusticia en el mundo laboral. Criticó duramente el modelo económico que ha prevalecido en el país durante décadas, al señalar la contradicción entre una jornada laboral extenuante y una productividad económica insuficiente, evidenciando así la urgencia de un cambio de paradigma.
Otro aspecto clave de su discurso fue la reforma del sistema de salud, en la que el presidente enfatizó que la salud no puede ser tratada como una mercancía sujeta a las leyes del mercado. Abogó por una “salud tiene que ser el derecho universal de toda la población colombiana”, rechazando los intereses privados que han convertido la salud en un negocio lucrativo a expensas de la vida y el bienestar de las personas.
Petro también abordó el tema de las pensiones, al denunciar la precarización y la inequidad que caracterizan al sistema actual. Criticó la gestión privada de los fondos de pensiones, que ha dejado desamparados a millones de trabajadores y trabajadoras que han dedicado toda su vida laboral al servicio del país.
“Se vinieron entre engañados y no engañados entre la gente que siente egoísmo social porque un pobre tenga un mejor salario o porque un presidente de la República no tenga el apellido de los brillantes hijos de los esclavistas de Colombia”, expresó el presidente Petro, señalando las divisiones sociales que aún persisten en el país.
En un momento emotivo, Petro hizo referencia a las críticas hacia su origen humilde y su educación pública. “Les da rabia mi color de piel desde rabia que hubiera nacido en una humilde vivienda les da rabia que hubiera estudiado en una escuela pública”, afirmó, destacando su orgullo por haberse educado en colegios públicos, los cuales han dado grandes figuras a Colombia, incluyendo un Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.
El presidente Petro también abordó las críticas hacia su gobierno y su lucha contra la oligarquía colombiana. “No pertenezco a esta oligarquía colombiana, no pertenezco. Pertenezco a esa pseudo aristocracia ignorante, vestida de esclavistas que hoy no conocen la realidad del mundo”, declaró, reafirmando su compromiso con el cambio y la justicia social.
Petro recordó el mensaje popular en las elecciones del año 2022, haciendo hincapié en la importancia de respetar la voluntad del pueblo. “La historia de Colombia ha cambiado definitivamente y no tiene reversa, y esta es la demostración popular de esa decisión”, afirmó, destacando el papel fundamental de la democracia en la transformación del país.
El presidente también se refirió a los intentos de desestabilización y golpes contra su gobierno. “Allá hay unos que se han organizado y quieren tumbar el presidente y quieren matar al presidente”, advirtió, llamando a la unidad y la resistencia frente a aquellos que buscan socavar la democracia.