¿Se imagina que sus hijos deban atravesar por una de las ‘ollas’ de microtráfico más peligrosas de Bogotá solo para al colegio? Pues esa es la realidad que viven cientos de menores de edad cada semana en el barrio María Paz, ubicado en la localidad de Kennedy al suroccidente de la capital.
Personas en condición de calle, consumo de drogas, inseguridad y un ambiente muy hostil es el paisaje que se graban los niños, niñas y adolescentes que deben caminar cerca de dos kilómetros para poder llegar sanos y salvos a sus aulas de clase.
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Esta situación fue puesta en evidencia gracias al concejal por Bogotá Oscar Ramírez Vahos, quien aseguró que este punto es uno de los más críticos en la ciudad, y sin importar esto los jóvenes deben exponer su vida a diario.
Lo que más ha llamado la situación de parte del cabildante, quien aprovechó el espacio para hacerle un llamado a la Alcaldía Mayor, es que el Distrito cuenta con un presupuesto de cerca de $179 mil millones para programas de movilidad escolar, y esta población no se ha visto beneficiada con ello.
“Deben caminar más de 2 kilómetros por trayecto durante cerca de 50 minutos, obligadas a atravesar la temida diagonal 38 Sur. Expuestas a presenciar la peor olla del microtráfico del país. En esta olla hay venta explícita de estupefacientes, actividad de bandas criminales, lenocinio, malos olores, desorden y caos. ¡Todo esto pasa frente a la mirada de nuestros niños, que tienen que atravesar la olla para ir al colegio!” indicó Ramírez Vahos.
De hecho, la misma inseguridad sería la responsable de la falta de rutas para recoger a los menores en las puertas de sus casas, debido a que los conductores se verían expuestos a ser víctimas del robo de sus vehículos en medio de las vías donde “pierde el que de papaya”.
Otro de los aspectos que denunció el concejal es que tampoco se les ha asignado subsidio de transporte escolar, hecho que acarrea mayores problemas en algunas madres y padres de familia, quienes dejan de trabajar y ganar dinero para sus hogares, y se dedican es a salvaguardar la integridad y la seguridad de las menores en los desplazamientos diarios de su casa al colegio y viceversa.
“Estas no son las condiciones que anhelamos para nuestros niños, el que no se le brinde oferta institucional a esta familia es otra señal de que estamos entregando el territorio, así empezó el Bronx, con espacios vetados, cediendo el poder sobre el espacio público a la criminalidad”, aseguró el concejal, quien espera que el Distrito pongan en acción algún plan que pueda ayudar a reducir el riesgo que viven los niños, niñas y adolescentes de este sector.
La denuncia busca que haya una acción institucional que garantice mejores herramientas y mejore la situación de esta familia, insistiendo sobre una intervención integral en la zona que ayude a cambiar la percepción en algunos residentes en María Paz, que aseguran sentirse secuestrados.
Ciudadanos se encuentran secuestrados en María Paz
La situación de inseguridad que denuncian algunos habitantes en María Paz por cuentas de las actividades ilícitas que abarcan desde la fabricación y tráfico de drogas hasta la explotación sexual, la presencia de grupos delincuenciales ha transformado la vida cotidiana de los residentes, llevándolos incluso a tomar medidas extremas para protegerse, como encerrarse en sus propias casas.
“Lo preocupante es que esta situación cada vez se expande más y pese a que ha sido denunciada en reiteradas ocasiones, las autoridades aún no despliegan acciones con la contundencia que la ciudadanía amerita, configurándose cerca de 14 años de desacato a la acción popular proferida desde el año 2011″, indicó el concejal Ramírez Vahos a Red+ Noticias.
Tras el reciente operativo en María Paz, hecho la madrugada del miércoles 17 de abril, que dejó como saldo a dos personas capturadas, la comunidad espera que el Distrito no le pierda el hilo a la situación en esta zona, considerada para varios ciudadanos como una de las más críticas en Bogotá.