En medio de una operación coordinada por la Policía Nacional de España, en colaboración con agencias de seguridad alemanas (BKA y ZKA) y la Policía Nacional de Francia, fue desmantelada una red internacional de narcotráfico que tenía su núcleo de operaciones en Marbella, específicamente en un restaurante ubicado en Puerto Banús, que era custodiado por un comando armado de origen colombiano.
La organización criminal se distinguía por sus operaciones de envío de cannabis a gran escala hacia Alemania, a donde introdujeron más de una tonelada, y también por la dinamización de distintos negocios en España y Francia.
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A lo largo de la operación fueron detenidas 14 personas en España y Alemania, entre ellas un grupo de colombiano encargado de brindar seguridad a los jefes de la estructura narcotraficante y de coordinar operaciones en Francia.
“Contaban con una escolta permanente -formada por ciudadanos colombianos armados- cuya misión era, expresamente, la de proporcionarles seguridad ante el peligro de que otras organizaciones criminales les atacaran o trataran de robarles la mercancía”, declaró la Policía de España.
En total se realizaron 28 registros simultáneos en los España y Francia, lo que permitió la intervención de más de 180.000 euros en efectivo, 7 armas de fuego, diversas municiones y 30 kilos de marihuana, entre otros elementos significativos para la investigación.
La trama se descubrió en diciembre de 2022, tras la captura de tres individuos de nacionalidad colombiana y albanesa en Francia, momento en el cual se les confiscó una suma considerable de dinero oculto en su vehículo.
“La investigación se inició en diciembre de 2022 a raíz de la detención de tres personas (de origen colombiano y albanés) en la localidad francesa de Dax. A los arrestados –que en la actualidad continúan en prisión provisional en el país galo- les intervinieron 382.000 euros en efectivo ocultos en un vehículo”, aseveraron las autoridades ibéricas.
Ese incidente fue el punto de partida para destapar la existencia de una red centrada en el tráfico internacional de estupefacientes operando desde Marbella hacia Alemania, dando origen a una colaboración internacional entre las autoridades de España, Alemania y Francia para abordar este complejo caso.
La organización era liderada por dos alemanes de ascendencia iraní y marroquí, y se valía de la fachada de un restaurante en Puerto Banús (España) para organizar sus actividades ilícitas; contaba con escoltas expertos en el manejo de armas y que, al parecer, ya tenían experiencia en ese trabajo para otras organizaciones narcotraficantes con lazos en Colombia.
De acuerdo con las autoridades, el grupo de narcos tenía una estructura altamente organizada, con capacidad para cambiar de manera constante la ubicación de sus centros de operación y bodegas en las que almacenaban la droga, en diferentes puntos estratégicos entre Marbella, Sanlúcar de Barrameda y Utrera, con el fin de evadir la acción de la justicia.
“El modus operandi empleado por la organización para el transporte de la droga hasta Alemania consistía en ocultar la sustancia estupefaciente en “caletas”, tanto de vehículos como de camiones. Además, para evitar ser descubiertos, los investigados cambiaban la ubicación de las “guarderías” (lugares donde guardaban la droga) entre Marbella (Málaga), Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y Utrera (Sevilla)”, indicó la Policía de España.
Durante el proceso investigativo se revelaron los lazos de la organización con miembros prominentes de la banda motociclista Ángeles del Infierno MC, incluyendo facciones tanto en Alemania como en España, y con individuos de origen albanés y búlgaro, todos con antecedentes relacionados con el tráfico de drogas.
El transporte de la droga hacia Alemania se realizaba mediante un sofisticado sistema de ocultamiento en “caletas” dentro de vehículos y camiones. En este contexto, en junio de 2023, se lograron interceptar 140 kilos de hachís en tres envíos distintos y 450 kilos adicionales camuflados entre cajas de limones en un camión que provenía de Murcia con destino a Alemania, además de localizar otros 400 kilos de hachís en el sitio previsto para la descarga del camión.