Video de conductor que circuló por una ciclorruta ambiental causó indignación en Bogotá: “Esta es una sociedad fallida”

Las redes sociales han trascendido su función inicial de fortalecer lazos afectivos, transformándose en plataformas clave para la divulgación y denuncia de irregularidades cotidianas en diversas regiones del país. Un ejemplo claro de esta dinámica es el video difundido en X, que muestra un vehículo circulando indebidamente por una ciclorruta.

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La situación que se aprecia en el registro audiovisual transcurrió en el noroccidente de Bogotá, en la localidad de Engativá, concretamente en el barrio Gran Granada; allí, en plena ciclorruta por la que transitaban varias personas, bicicletas y los denominados bicitaxis, se ve un carro rojo circulando imprudentemente.

En el video se observa la manera descarada en la que transita el conductor, sin importar que se pueda generar un accidente de tránsito. Desde el perfil que se compartió el video de la denuncia se logró establecer el número de matricula del vehículo que habría protagonizado los hechos que generaron indignación en el noroccidente de la ciudad.

“¿Ud qué opina? Sobre la ciclorruta ambiental del sector Gran Granada loc/Engativa, Bogotá. Placas: UCW578 (SIC)”.

El registro audiovisual se ha llenado de varios cometarios de usuarios en las redes que cuestionan la responsabilidad del conductor tras el volante y el peligro que podría representar al moverse en una zona tan transitada por peatones y ciclistas.

A continuación el video que ha desatado el rechazo de los internautas.

“Bogotá es una sociedad fallida...A nadie le importa que pasa con los demás. El ‘bien’ propio prevalece por encima de las desgracias de los demás”, “Ciudadano de bien que marchó el 21”, o “Esto pasa porque Claudia López demolió el puente que conecta a Engativá con la 80 y ahora quedó solo una trocha donde es casi imposible transitar”, son algunos de los comentarios al video de la cuestionable imprudencia vial.

Transitar por las ciclorrutas en Bogotá con vehículos motorizados no solo constituye una violación a la normativa de tránsito de la ciudad, sino que también implica una serie de riesgos y potenciales consecuencias legales y de seguridad tanto para el conductor del vehículo como para los ciclistas.

Riesgos:

• Accidentes de tránsito: Las ciclorrutas están diseñadas exclusivamente para el tránsito de bicicletas, por lo que su infraestructura no está preparada para soportar vehículos motorizados, aumentando significativamente el riesgo de colisiones y accidentes.
• Lesiones a terceros: Los ciclistas y peatones que usan estas vías son especialmente vulnerables ante la presencia inesperada de vehículos motorizados, corriendo un alto riesgo de sufrir lesiones graves en caso de accidente.
• Daño a la infraestructura: Los vehículos pueden causar daños a la infraestructura dedicada a las ciclorrutas, afectando no solo la movilidad ciclista sino generando costos adicionales para su reparación.

Consecuencias legales:

• Sanciones económicas: La normativa de tránsito de Bogotá establece multas específicas para los conductores que transiten por ciclorrutas, considerando esta acción como una infracción grave.
• Inmovilización del vehículo: Además de las multas, los vehículos sorprendidos circulando por ciclorrutas pueden ser sujetos a inmovilización, incrementando los costos asociados a la infracción por los gastos de grúa y parqueadero.
• Pérdida de puntos en la licencia de conducción: Este tipo de infracciones también puede conllevar a la pérdida de puntos en la licencia de conducción, afectando el historial de conducción del individuo.
• Responsabilidad civil y penal: En el caso de causar accidentes que resulten en lesiones o la muerte de ciclistas o peatones, el conductor podría enfrentarse a procesos civiles por daños y perjuicios, así como a posibles cargos penales por lesiones personales o homicidio culposo.

Para evitar estos riesgos y consecuencias, es fundamental que los conductores respeten el espacio designado para los ciclistas, contribuyendo a una convivencia vial segura y armoniosa en la capital colombiana. La observancia de las normas de tránsito no solo protege la integridad física de todos los usuarios de la vía, sino que también promueve una movilidad urbana más sostenible y eficiente.