En el apartamento 301 del edificio Británico, ubicado en la calle 10 número 12-21, en Santa Rosa de Cabal (Risaralda), fue hallado el cadáver de Michael Conte, un ciudadano estadounidense de 58 años, que vivía hace varios meses en el municipio.
Conte, que se desempeñaba como ingeniero de sistemas, fue encontrado con una lesión en la zona parietal derecha del cráneo, que preliminarmente se asocia con una caída accidental.
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En la tarde del primero de mayo, la Policía de Risaralda reportó que el fallecimiento podría haber ocurrido varios días antes de su descubrimiento, teniendo en cuenta el estado en que fue encontrado el cuerpo.
Los detalles del hallazgo señalan que Conte presentaba condiciones de salud complicadas, debido a que padecía diabetes, hipertensión y obesidad mórbida, esta última requiriendo el uso de muletas para su movilidad.
La alerta sobre el lamentable hallazgo la hizo una mujer encargada de la limpieza del apartamento, que lo encontró sin vida en el suelo junto a sus muletas. Dadas las circunstancias, las autoridades trasladaron el cuerpo a Medicina Legal para determinar la causa precisa del fallecimiento, dado que la fecha y hora exactas de su muerte permanecen inciertas.
“Se desconoce fecha y hora probable del deceso, teniendo en cuenta lo anterior, se trasladó cuerpo a Medicina Legal para que determine la causa de la muerte”, sostuvo el informe presentado por la Policía de Risaralda, reseñado por El Heraldo.
Cabe recordar que una situación similar fue reportada el martes 30 de abril, pero en Medellín, en la que, por aparentes causas no violentas, un ciudadano estadounidense apareció muerto en su habitación.
Según información preliminar, sería un ciudadano de nacionalidad estadounidense identificado como Christopher Armijos, de 50 años, que llegó a Colombia el 29 de abril y, en menos de 24 horas, murió en circunstancias que se están investigando.
De acuerdo con lo que reseñó Noticias Caracol, Armijos llegó a la capital antioqueña con el propósito de visitar a su madrastra y hermanastro, residentes en el barrio Trinidad, pero además buscaba contraer matrimonio.
Según informaron sus familiares, el hombre se acostó a dormir y, el martes 30 de abril, hacia las 3:00 p.m. al ver que no salía de la habitación, verificaron y lo hallaron “con abundantes livideces cadavéricas en el cuello y rostro”.
Por esta razón, la madrastra del hombre de 50 años llamó a la línea de emergencia para alertar lo sucedido y corroborar si se trataba de una muerte natural de su familiar.
La primera hipótesis del caso radica en que el ciudadano habría muerto por causas naturales, debido a que era un paciente hipertenso y constantemente debía estar medicado, no obstante, serán las autoridades competentes la que determinen qué produjo oficialmente su deceso.
Adicionalmente, se conoció el caso de Paul Juankus, también estadounidense, que había desaparecido desde el 5 de abril, y que fue hallado en un apartamento del barrio Los Naranjos, en el sector de El Poblado, el cual era de su propiedad.
La Policía Metropolitana del Valle de Aburra anunció el hallazgo del cuerpo de Juankus, originario de Chicago, en la tarde del 22 de abril, luego del llamado de los vecinos del ciudadano:
“El cuadrante llega al lugar, se siente un fuerte olor fétido y la puerta es cerrada. Se toma contacto con personal bomberos, quienes llegaron al lugar y abren la puerta encontrando un cuerpo sin vida en estado de descomposición en la cama de la habitación en ropa interior, se informa a unidades de Sijin, Sipol y CTI”, indicaron las autoridades sobre el caso que está en etapa de investigación.