En el 2023 la Secretaria de Ambiente ha controlado a más de 3 millones de galones de aceites industriales, con el objetivo de que dichos residuos no contaminen las fuentes hídricas o el suelo.
Por esto, la nueva normativa expone las directrices, obligaciones y prohibiciones que deben tener en cuenta los actores involucrados en la cadena de manejo adecuado de este aceite.
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A partir de este 1 de mayo de 2024, comienzan a regir las actualizaciones del Manual de normas y procedimientos para la gestión de aceites usados en el Distrito y la Resolución 2238 de 2023, esto con el objetivo de regular el manejo adecuado de los aceites usados de origen industrial por parte de los acopiadores, generadores, movilizadores y gestores.
Los aceites como los del motor, la transmisión y los hidráulicos, llegan a contaminarse con compuestos químicos dañinos, convirtiéndolos en residuos peligrosos que requieren una gestión con un manejo especial.
El control y disposición incorrecto de estos líquidos tiene un impacto altamente negativo en el suelo y los recursos hídricos, además representa un riesgo significativo para la salud de las personas, ya que estos compuestos químicos llegan a ser cancerígenos y teratógenos, puesto que un agente físico, químico o biológico que, al entrar en contacto con un feto durante el embarazo, puede interrumpir su desarrollo normal.
De este modo, este manual presenta procedimientos que deben tener en cuenta los actores involucrados en la cadena de las gestión y control del aceite usado, desde la generación hasta la disposición final.
Es importante resaltar que esta herramienta se alinea con las normas ambientales como el Decreto 1076/ 2015, la nueva Política Ambiental para la Gestión Integral de Residuos Peligrosos y el Plan de Acción 2022-2030, para que todos los procedimientos cumplan los mismos estándares.
Entre las novedades que se ejecutaron se evidencia una ampliación de la cobertura, ya que no solo se incluyeron los lubricentros y talleres, sino también industrias, empresas y cualquier entidad o persona que genere aceite usado.
Así mismo, para mejorar la movilización de este residuo se incorporaron dos modelos, uno por bombeo, el cual consiste en un sistema de bombas y mangueras para succionar y almacenar el aceite, y otro por cargue, que se enfoca en la recolección directamente del sistema de almacenamiento del generador, acopiador primario o gestor.
Suministrando estos enfoques, salen a relucir una gran cantidad de beneficios significativos como el cuidado de los recursos naturales, la salud de las personas, la inclusión de otros generadores y acopiadores, el cumplimiento de las normativas, la organización en la movilización y la mejora de la flexibilidad, ampliando la vigencia para optimizar su eficacia.
Por su parte, la autoridad ambiental controla el manejo de este residuo peligroso para que el uso inadecuado del mismo no contamine los ecosistemas, en el último año se controlaron más de 3 millones de galones, y con estas nuevas actualizaciones se espera que esta cifra aumente.
Afectaciones que se generan en el control inadecuado de los aceites usados
- La principal consecuencia de verter aceites usados en el suelo es que altera sus propiedades físicas, como la capacidad de absorción, la acidez y la humedad, entre otras.
- Algunos componentes de los aceites usados pueden acumularse en las plantas y entrar en contacto con los alimentos.
- Igualmente, cuando se filtran por las capas superficiales del suelo pueden llegar a afectar la calidad del agua subterránea.
- La eliminación de aceites usados mediante la incineración o utilización como combustible de los mismos sin el debido tratamiento generan impacto en la calidad del aire.
- Existe un riesgo cancerígeno asociado al contacto con compuestos químicos altamente perjudiciales tanto para la salud humana como para el medioambiente como los metales pesados, hidrocarburos aromáticos policíclicos, benceno, Bifenilos Policlorados (PCB) y entre otros.