En la Zona de Reserva Campesina Pato Balsillas, en San Vicente del Caguán, Caquetá, un peculiar suceso captado por cámaras trampa ha llamado la atención de la comunidad y conservacionistas.
Un oso de anteojos fue grabado mientras interactuaba con una de estas cámaras, llegando incluso a tomarse una especie de “selfie”. Este evento no solo se destaca por su rareza, sino que es muestra de un movimiento creciente hacia la conservación del hábitat de esta especie por parte de las comunidades locales y organizaciones ambientales.
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El proyecto detrás de este acontecimiento involucra a cincuenta familias ganaderas de la Cooperativa Coopabi y a los jóvenes del Club de Monitoreo Huellas del Oso de San Vicente del Caguán, que se han unido en un esfuerzo coordinado para la conservación del oso andino.
Con el respaldo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de su programa Amazonia Mía, se han instalado cámaras trampa y se han firmado acuerdos para proteger aproximadamente 13 mil hectáreas de bosques. Además, se están plantando 25 mil plántulas nativas, lo cual no solo provee alimento para los osos, sino que también enriquece el bosque, mejorando la conectividad entre diferentes áreas y facilitando la coexistencia pacífica entre humanos y osos.
Esta iniciativa refleja un cambio en la manera en que las comunidades abordan la conservación, pasando de la simple protección a la acción proactiva. Las medidas tomadas incluyen la estructuración de planificaciones que promueven una convivencia armónica entre osos y humanos. Estas estrategias comprenden la rotación de potreros para coincidir con la fructificación de ciertas especies vegetales importantes para los osos, y el mantenimiento del corredor natural que conecta los parques Siberia Ceibas, Cordillera los Picachos y Picachos Miraflores. Estas acciones no solo protegen a los osos, sino que también preservan la riqueza natural de la Amazonía, mitigando posibles conflictos entre osos y humanos.
Pese a lo simpático que puede parecer la imagen de este oso y su selfie, cabe recordar que este tipo de encuentro pueden significar un desplazamiento forzado de su habitad natural, el cambio migratorio de la especia por fuentes externas a su habitad natural y, por lado positivo, también es una muestra de que aún hay ejemplares en la zona.
Comunidad consume manatí herido sin esperar análisis en San Cristóbal
Un manatí en peligro de extinción murió después de ser impactado por una embarcación en el Canal del Dique, cerca de la localidad de San Cristóbal, Bolívar, el pasado 23 de abril.
El mamífero acuático, gravemente herido tras el choque, fue posteriormente consumido por residentes de la zona, quienes no esperaron a que se realizaran los análisis correspondientes para determinar las causas exactas de su muerte.
La comunidad local, tras el incidente, extrajo el manatí del agua y decidió aprovechar la carne del animal, a pesar de su estado de conservación crítico. Este acto fue documentado y compartido en redes sociales por algunos habitantes, en los cuales evidenciaron el proceso de despiece del animal. En respuesta a la falta de asistencia inmediata, los involucrados declararon haber notificado a la autoridades locales, pero ante la ausencia de respuesta de la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) y otros organismos competentes, procedieron con su decisión.
La situación generó reacciones mixtas entre la comunidad, con comentarios en las redes sociales resaltando la difícil tarea de concienciar sobre la protección de especies amenazadas. La Fundación Omacha, aliada de Cardique en la conservación de especies acuáticas, realizó una inspección post-mortem, confirmando la muerte del manatí y tomando muestras para su análisis, aunque sin hacer referencia directa al consumo del mamífero por parte de la población. La corporación reiteró la importancia de los manatíes para los ecosistemas acuáticos y el deber comunitario de reportar cualquier avistamiento a las autoridades ambientales, para así garantizar su protección y conservación.
Este trágico suceso resalta la crítica situación de los manatíes en la región y la necesidad de fortalecer las medidas de sensibilización y respuesta de las autoridades ante incidentes que involucren a especies en peligro de extinción. Además, recalca la importancia del manejo ético de la fauna silvestre por parte de las comunidades locales, enfatizando la responsabilidad compartida en la preservación de la biodiversidad.