Tips poco conocidos para evitar ser víctima de robo en Bogotá: “Escupa al piso”

Los cuadrantes de la policía no dan abasto y las nuevas estrategias de la administración para combatir la inseguridad estarían tomando más de lo esperado. De ahí que los ciudadanos hayan tenido que tomar medidas para hacerle frente a los casos de hurto en la ciudad, con muestras de la mal llamada justicia por mano propia o “tips raros para que no lo roben, concejos que son poco comunes, pero funcionan y aplican para toda Latinoamérica”, como los que el creador de contenido Santiago Rodríguez, conocido como Santcholo, compartió en sus redes sociales.

Según comentó el tiktoker, en su vida universitaria aprendió a “siempre llevar una coartada. Un celular viejo o dañado que tengan ustedes o se lo compran. Una billetera vieja y si los llegan a coger, los llegan a robar, ustedes entregan eso y ya. No perdieron su celular, no perdieron su billetera y si ustedes están muy empeliculados, métanle plata a la billetera vieja, 5.000 o 6.000 pesos para que el ladrón vea que ahí hay algo de plata y se vaya”.

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Pero el listado no solo nace de sus experiencias. También cuenta con recomendaciones de personas dedicadas al hurto en la ciudad:

“Yo conocí a alguien que robaba y él una vez me dijo: si usted siente que lo van a robar, si pasa por una calle y ve alguien sospechoso, escupa al piso cuando pase al lado de ellos. Escupa al piso y camine tranquilo. Verá que no lo roban... no sé si sea real. No sé si me querían robar o quedé como un puerco, pero me ha funcionado un par de veces”.

Esta segunda estrategia podría haberlo ayudado, a pesar de la imagen negativa que se forjó en las calles, pero, sin duda, la que mas ha utilizado es la de caminar asegurándose de tener una ruta de escape en todo momento.

“No se deje marcar. Si usted está caminando y ve que alguien se le acerca, no deje que lo marquen. Mantenga su distancia, esté siempre alerta. Por ejemplo, si está en una calle oscura y hay dos andenes, váyase por el medio, donde pasan los carros. Cuando salía tarde de la universidad caminaba por la calle y si pasaba un carro me corría, pero regresaba a mitad de la calle para que no me marcara la gente. Prefiero tener rutas de escape y por el centro las hay”.

La creciente preocupación por las tasas alarmantes de inseguridad puso al alcalde Carlos Fernando Galán en la mira de varios sectores políticos y ciudadanos; lo que llevó a que, a unos meses de haber tomado posesión de su cargo, enfrentara múltiples críticas y cuestionamientos.

Y es que, según cifras de la Policía Metropolitana, divulgadas a mediados de febrero, la capital colombiana registró 402 hurtos a comercios y 8.814 hurtos a personas solo en el primer mes del año, revelando un escenario estremecedor, que mantiene en vilo a la población.

El tema de la inseguridad ha calado a tal punto que el creador de contenido Pachamoro lanzó una canción a través de TikTok, capturando en algunas estrofas la preocupación colectiva, que le habría ganado más de 150 mil interacciones.

En sus letras, hace un llamado a permanecer en casa y evitar los sectores concurridos por la frecuencia en los robos, incluso en zonas antes consideradas como seguras. Este gesto cultural pone en evidencia el nivel de descontento y la percepción de inseguridad que atraviesa a los habitantes de la ciudad.

“No me inviten a ni mierd@¡!#$ si es por fuera de una casa, un conjunto o un edificio, con seguridad. Que me importa el restaurante, el rumbeadero ya no existe ¿Quién camina por las calles sin sentir afán?” y continúa:

“Lo gracioso es que siempre ha sido así. Nunca ha habido noticiero sin atraco, pero el mal era en el centro o en el sur. Ahora el norte hace cada vez más parte de ese casco”.

Este escenario ha sido ampliamente comentada por figuras políticas como la concejala Diana Diago y el edil Sergio Cáceres, quienes han expresado su preocupación por la falta de un plan efectivo contra la delincuencia en Bogotá.

Diago señaló que el problema de la inseguridad ha ido agudizándose desde la administración anterior, mientras, Cáceres resaltó la presencia significativa de estructuras criminales en localidades como Usaquén, algunas de las cuales tendrían vínculos transnacionales.

Este complejo panorama sugiere que el cuidado de los ciudadanos será una tarea desafiante para el alcalde Galán y su equipo, quienes deben abordar un problema que no solo afecta la cotidianidad de sus electores, sino que también impacta la imagen de la ciudad. La urgencia por medidas efectivas que contrarresten el avance de la delincuencia en Bogotá se ha convertido en un clamor que atraviesa diversos sectores de la sociedad.

La inseguridad en Bogotá, lejos de ser un tema nuevo, ha cobrado nuevos matices con el incremento de robos en áreas previamente consideradas seguras, extendiéndose más allá de las zonas tradicionalmente conflictivas. Este fenómeno, reflejado en las denuncias de la ciudadanía y la atención mediática, plantea retos significativos para la administración actual en términos de política de seguridad y prevención del delito.