Por simplemente realizar su trabajo, un vigilante murió a manos de un sujeto que lo estaba esperando a la salida de la tienda en la que prestaba sus servicios, en el vecino municipio de Funza, en Cundinamarca.
¿El motivo? Pedirle a este sujeto, el cual se encontraba bajo los efectos de una sustancia alucinógena, que se retirara de la tienda ARA ubicada en el barrio Sol, y en donde laboraba la víctima del crimen, identificada como Adrián Berrío López.
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El ataque, que se presentó en la intersección de la carrera 15 con calle 15, tuvo lugar pasadas las 8:30 de la noche del sábado 27 de abril, momento en que los empleados se disponían a cerrar el lugar y Berrío López entregaría turno.
En ese instante, y sin mediar palabra, el sujeto al cual Berrío López le pidió el favor de salir de la tienda, le propinó una puñalada en el pecho, a pesar de que la víctima intentó cubrirse con sus manos, pero el daño estaba hecho.
La puñalada que recibió el vigilante fue fulminante y pese a ser trasladado hasta un centro médico, los esfuerzos de los especialistas por salvarle la vida fueron en vano, debido a que el día siguiente (domingo 28 de abril) se confirmó su deceso en el hospital de La Samaritana, en Bogotá, donde fue remitido debido a la gravedad de la herida.
El crimen del vigilante tiene impactada a la comunidad en el municipio, debido a que, según algunos testigos, al momento de pedirle al agresor que se saliera de la tienda, Berrío López no fue agresivo con el trato que le dio al sujeto, quien no estaba en sus cinco sentidos al momento de salir del establecimiento. Esto provocó que tanto empleados como clientes no le dieran mayor importancia a lo que acababa de suceder, sin imaginarse que este hombre esperaría lo que fuera suficiente para tomar venganza.
La familia del joven cartagenero y los vecinos solo piden que el hombre sea capturado para que responda por el asesinato del vigilante, quien murió ejerciendo su labor.
Tres vigilantes fueron atacados el mismo día
Este caso se suma a los dos crímenes que se presentaron en Bogotá el mismo sábado 27 de abril, y en los cuales ambas víctimas fueron vigilantes.
En el primer caso, pasadas las 5:10 de la mañana, un guardia de seguridad vinculado a la empresa Atlanta fue víctima de un ataque por parte de desconocidos en el momento que se encontraba saliendo de su residencia en la localidad de Kennedy.
Un ataque con arma cortopunzante le costó la vida a Elver Esquivel González (25 años), quien como pudo caminó buscando ayuda, pero metros después cayó el suelo y murió.
El segundo caso ocurrió de madrugada en la localidad de Los Mártires, momento en el que un vigilante que intentó impedir el robo de varias autopartes, fue atacado con cuchillos por parte de tres sujetos, que luego de apuñalarlo huyeron de lugar.
La víctima del segundo crimen fue Brayan Nossa de 24 años, quien quedó tirado en medio de la vía, ubicada junto a un parqueadero.
Por su parte, desde la Confederación de la Vigilancia Privada (Confevip) pidieron que estos crímenes no queden en la impunidad y por eso solicitaron que las autoridades investiguen a fondo lo ocurrido para dar con los responsables de esta serie de crímenes que ha golpeado al gremio de la seguridad privada.
Jackson Ariza, analista de seguridad de Confevip, aseguró que desde la organización se hace un llamado a “las autoridades para que se esclarezcan estos hechos de violencia para dar captura a los responsables y proponemos trabajar de la mano con la Policía para mejorar la seguridad en la capital”.