Medellín se encuentra en el centro de una creciente preocupación por el reclutamiento de niños para explotarlos sexualmente en redes de turismo sexual, que tiene como clientes a personas como Stefan Correa o Timothy Alan, ciudadanos estadounidenses que viajaban a Colombia para violar a menores de entre 9 y 14 años.
Según dio a conocer el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, las estructuras de captación de niños delinquen a las afueras de instituciones educativas y en espacios públicos en varias zonas de la ciudad.
“Cuando van llegando al tema de ser explotados sexualmente, ellos mismos los meten en la red y son los encargados de ir a buscar a instituciones educativas o a parques de la ciudad a otros niños para que entren en esa red para ser explotados. También hay información de cómo hay papás y mamás que han vendido a sus hijas y a sus hijos y venden la virginidad de sus hijos, esas personas también tienen que ir a la cárcel”, aseveró el mandatario de los medellinenses.
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Federico Gutiérrez reveló detalles alarmantes sobre cómo operan estas bandas criminales e indicó que no solo buscan a menores en los alrededores de escuelas y parques, sino que incluso se ha detectado la venta de la virginidad de menores por parte de algunos padres.
El fenómeno no se limita a la explotación sexual; también incluye el uso de menores, principalmente de la comunidad Emberá Katío, para mendigar en las calles.
“Especialmente en parte de la comunidad Emberá Katío donde hemos tenido casos en los cuales ya tiene que existir judicialización contra los padres porque alquilan a los bebés para pedir limosna y para temas de mendicidad”, concluyó el alcalde de Medellín.
Las autoridades han desarrollado operativos en áreas como el Parque Lleras y planean expandirse hacia el nororiente y occidente de Medellín, donde se han registrado casos de abuso y explotación sexual. La situación ha alcanzado niveles que han puesto al país en alerta, especialmente en Antioquia, que se ha convertido en un destino principal para turistas extranjeros implicados en estos crímenes.
“Es fundamental que nuestras adolescentes comprendan que, aunque todos hemos tenido necesidades en la infancia, no todo es válido. Deben aprender a decir no y a diferenciar claramente entre lo correcto y lo incorrecto. La protección y la prevención son vitales, y las familias tienen una responsabilidad crucial. Si no asumen esta responsabilidad, podrían enfrentar sanciones penales”, declaró el coronel Juan Pablo Cubides, director de protección de la Policía Nacional.
Un caso reciente involucra a Stefan Andrés Correa, un profesional de la industria farmacéutica capturado antes de viajar a Medellín, quien presuntamente negociaba con un traficante sexual en la ciudad.
Dentro de los esfuerzos de las autoridades, fueron identificadas jóvenes mujeres que actúan como reclutadoras de menores en zonas desfavorecidas, donde se aprovechaban de la vulnerabilidad de las niñas con promesas de dinero y bienes materiales a cambio de su sometimiento sexual a extranjeros.
El coronel Juan Pablo Cubides expresó su preocupación sobre la existencia de grupos organizados en áreas emblemáticas de Medellín como el Parque Lleras y El Poblado. Además, ha hecho un llamado a los padres y madres para que sean vigilantes y protectores de sus hijos, subrayando la importancia de la prevención y la educación en el reconocimiento y rechazo de estas situaciones de riesgo.
Este entorno de alerta resalta la necesidad urgente de una acción coordinada entre las autoridades, las familias y la sociedad para proteger a los menores de estas redes de explotación, y de una lucha continua contra la impunidad de aquellos que cometen estos abusos.