Temblor en Colombia hoy: así estuvo la sismicidad este 29 de abril, según el Servicio Geológico Colombiano

En la corteza terrestre hay zonas de fractura que son generadoras de sismos y que son conocidas como sistemas de fallas activas. En Colombia, estas zonas se ubican especialmente en las regiones Andina, Pacífico, Caribe y en el Borde Llanero-Amazónico.

En el caso de Bogotá, el registro histórico que tiene el Servicio Geológico de Colombia (SGC) da cuenta de la ocurrencia de siete sismos importantes en los últimos 379 años que han tenido efectos significativos en la ciudad.

Por otra parte, Colombia es un país en el que se pueden presentar hasta 2.500 sismos al mes. Incluso, hay un lugar en donde prácticamente ocurren sismos todos los días y representa el 60% de la sismicidad ocurrida en Colombia: el Nido Sísmico de Bucaramanga, ubicado en el departamento de Santander, debajo del municipio de Los Santos.

De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano, el sismo del 31 de enero de 1906, localizado en el océano Pacífico frente a las costas de Esmeraldas, Ecuador y Tumaco, Colombia, con magnitud de momento (Mw) estimada en 8.8 grados, es el mayor evento con registro instrumental y que afectó el territorio colombiano.

Pero en 1970 hubo una serie de tres fuertes temblores que ocurrieron en Bahía Solano el 26 de septiembre. El sismo alarmó a los habitantes de la población quienes salieron asustados a las calles. Se presentaron daños como el agrietamiento de varios edificios, el colapso de dos casas y la ruptura de tubos del acueducto, por lo cual se inundaron algunos barrios.

Los sismos se sintieron en el noroeste y centro del país, pero únicamente causaron daños considerables en Bahía Solano. Entre el 26 y 27 de septiembre se registraron más de 15 réplicas con magnitudes mayores o iguales a 4 grados.

Qué hacer en caso de un sismo: guía práctica para mantenerse seguro

Aunque es muy complejo saber cuándo y dónde se puede registrar un movimiento telúrico, la Ungrd indicó que sí es posible conocer medidas de seguridad y cuidado que se pueden implementar y tener a la mano para evitar posibles estados de emergencia

Por Johan Manuel Largo

De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riego de Desastres (Ungrd) un sismo es la liberación súbita de grandes cantidades de energía, que se representan a través de ondas que se desplazan por el interior de la tierra y que al llegar a la superficie puede ser percibida por las personas, animales y hasta estructuras.

En menos de una hora tembló en dos oportunidades en el territorio colombiano. El primero se presentó sobre las 12:28 p. m. en el municipio de Los Santos, Santander con una magnitud de 3.3 y una profundidad de 152 kilómetros, por lo que es posible que no todos sus habitantes lo sintieran.

El segundo sismo ocurrió en el municipio de Nariño, departamento de Nariño, en cercanías al área de influencia del Volcán Galeras, con una magnitud de 2.7 y una profundidad de 9 kilómetros. Por el momento, las autoridades no han reportado algún tipo de afectación en las poblaciones cercanas al movimiento de tierra.

En la última hora, hubo una gran actividad sísmica en el país, de acuerdo con el SGC, a las 12:25 p.m. se registró un sismo de magnitud 2 en Cesar, tres minutos después en el municipio de Los Santos en Santander ocurrió un temblor de 3.3

Finalmente, a las 12:33 p.m. en el departamento de Boyacá, en la región de San Luis de Gaceno, se registró un movimiento telúrico de magnitud 2.2

El Fenómeno de El Niño es un evento climático que se caracteriza principalmente por el calentamiento anómalo de las aguas del Océano Pacífico ecuatorial central y oriental, lo que puede llevar a cambios significativos en los patrones de precipitación y temperatura a nivel mundial. Este fenómeno tiene un impacto notable en las condiciones climáticas, la agricultura, los recursos hídricos y la gestión de desastres naturales en diversas partes del mundo, incluida Colombia.

En cuanto a la relación entre el Fenómeno de El Niño y los sismos, es importante destacar que los terremotos son resultado de procesos geológicos, específicamente del movimiento de las placas tectónicas de la Tierra. Estos movimientos ocurren debido a la acumulación de tensiones en las fronteras de las placas, que eventualmente se liberan en forma de sismos.

Hasta la fecha, la ciencia no ha establecido una conexión directa entre el Fenómeno del Niño y la ocurrencia o la intensidad de los terremotos.

Desde el SGC se reportó la última novedad en temblores, se trata de un sismo que se registró a las 8:33 a.m. en el municipio de Los Santos, departamento de Santander. El movimiento telúrico que marcó una magnitud de 3.3 también se sintió en zonas aledañas como las regiones de Jordán y Cepitá.

De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano (SGC) el último sismo que se presentó en el país se registró en el municipio de Piedecuesta, departamento de Santander. El movimiento telúrico tuvo una magnitud de 2.1 y ocurrió a las 5:12 de la mañana del lunes 29 de abril.

En Colombia, se emplea la Escala Macrosísmica Europea (EMS-98) para medir la intensidad de los sismos. En esta escala, la intensidad 2 se describe como “apenas sentido” por muy pocas personas en reposo; el nivel 3 se cataloga como “sentido levemente”, donde puede haber un ligero balanceo de algunos objetos.

Cuando un temblor alcanza la intensidad 4, se considera que es “sentido ampliamente” por muchas personas en el interior de edificaciones y por pocas en el exterior (ventanas, puertas). En el nivel 5, clasificado como “sentido fuertemente”, los objetos pequeños se mueven y pueden aparecer leves grietas en edificios o casas.

Una intensidad de tipo 6 implica un “daño leve”, donde algunas personas podrían perder el equilibrio. El nivel 7 se alcanza cuando hay un “daño moderado”.

Aunque Colombia disfruta de una ubicación rica en biodiversidad y geográficamente favorable, también se asienta en un territorio propenso a frecuentes desplazamientos de placas tectónicas, que casi pueden considerarse cotidianos, aunque usualmente no sean perceptibles.

No obstante, cuando estos eventos alcanzan magnitudes considerables y se originan a poca profundidad, los ‘temblores’ naturalmente generan preocupación y miedo entre la población, situación que es explotada por sujetos malintencionados para crear pánico innecesariamente, situación que se ha intensificado con el aumento en el uso de redes sociales y plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp, medios favoritos para esparcir desinformación acerca de estos eventos naturales, mediante lo que se conocen como cadenas.

Desde el Servicio Geológico Colombiano (SGC) se recuerda que prever sismos es imposible, dado que aún no se ha desarrollado una tecnología o método que permita anticipar dichos movimientos tectónicos.

Mencionan además que, generalmente, después de un temblor es probable que ocurran réplicas, especialmente si estos eventos se dan en áreas con tendencia a la actividad sísmica y que se hallan sobre fallas activas, como sucede en este país.

Pero recalcan que, a pesar de contar con esta información, es inviable prever la ocurrencia de un sismo.

“Científicamente no es posible predecir el lugar, magnitud o fecha en la que sucederán los sismos. Desde el SGC seguimos haciendo el llamado a los colombianos, para que se informen sobre este tipo de geoamenazas a través de nuestras redes sociales y las fuentes oficiales, para evitar difundir mensajes falsos e imprecisos. ¡Ayúdennos a compartir esta información! (sic)”, afirmaron.